La llegada de las vacaciones de verano se está viendo afectada por la huelga convocada por EasyJet y Ryanair en este mes de julio.
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La huelga en EasyJet y Ryanair en julio sigue con protestas en las propias aerolíneas. La quinta jornada de protestas en la aerolínea irlandesa coincide con el arranque de las reivindicaciones en la compañía británica.
La huelga convocada por EasyJet y Ryanair en este mes de julio
Las vacaciones de verano están marcadas por los paros convocados por los sindicatos USO y Sitcpla. Ambos reclaman mejoras en las condiciones laborales de los tripulantes de cabinas de pasajeros (TCP). La huelga de Ryanair llega este viernes 1 de julio a su quinta jornada de protestas, tras los paros convocados los días 24, 25, 26 y 30 de junio.
Por su parte, la aerolínea comenzará sus reivindicaciones este 1 de julio, prolongándose varios días de este mismo mes. Por ahora, desde informan de que la alteración de sus vuelos y las paradas son «muy menores» a las previstas por el «poco apoyo» que ha recibido la huelga. Sin embargo, el funcionamiento habitual de aeropuertos como el de Mallorca se ha visto alterado por los retrasos y las cancelaciones de varios vuelos.
Motivos de la huelga de EasyJet y Ryanair en este mes de julio
Los paros convocados por Ryanair tendrá un final coincide con los dos primeros días de protestas. Así pues, ambas compañías han convocado jornadas de huelga para el 1 y 2 de julio. En este caso han convocado paros para los días 3, 15, 16, 17, 29, 30 y 31 de julio. De esta forma están sumando un total de nueve jornadas de reivindicaciones. Con todo, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha fijado los servicios mínimos del 57 % de los vuelos en el aeropuerto de Barcelona, porcentaje similar al 56 % y 51 % establecido respectivamente en Málaga y Palma de Mallorca, las otras dos ciudades españolas donde opera la compañía británica.
Los servicios mínimos
Por su parte, para los vuelos de Ryanair, los servicios mínimos fijados por el Gobierno varían entre el 36 % y el 80 % en función de la distancia y el transporte alternativo, unos porcentajes que los sindicatos califican de «totalmente abusivos» y que «vulneran el derecho de huelga».
