Villa Las Estrellas se encuentra ubicada en una de las islas de la Antártida. Para poder vivir allí se demanda viajar con el apéndice extirpado.
Temas cubiertos
La Antártida es sin dudas el continente más complicado para ser un habitante. Esto se refleja en los requerimientos para poder mudarse a Villa Las Estrellas, con nieve durante todo el año temperaturas que llegan incluso hasta los -47°C.
¿Por qué en un pueblo de la Antártida se pide venir sin apéndice?
Para poder mudarse allí se requiere tener el apéndice extirpado. Esto se debe a que el hospital más cercano se encuentra a más de 900 kilómetros y, dado que la operación de apendicitis tiene que realizarse lo más rápidamente posible, sería peligroso para el paciente.
Esta demanda incluye a los niños.
Además, ante la escasez de atención médica en el puesto de avanzada desalienta a las personas a quedar embarazadas durante su estadía.
La historia del asentamiento en la Antártida que exige vivir sin apéndice
Los primeros 18 habitantes fundaron Villa Las Estrellas el 9 de abril de 1984, dos meses después de haber llegado al lugar. El pueblo de 100 habitantes se ubica en la Isla Rey Jorge, perteneciente a la base Frei de Chile. Generalmente se trata de investigadores y personal militar que llevan a sus familias a vivir con ellos. El asentamiento antártico cuenta con una escuela, una biblioteca, una oficina de correos, una emisora de radio, un banco y un supermercado. Cuenta con la Capilla de Santa María Reina de la Paz, una iglesia católica junto a otra ortodoxa.
Villa Las Estrellas cuenta con otras normas. Están prohibidos los perros, para evitar enfermedades infecciosas. Tampoco y no se reciben verduras frescas.
Villa Las Estrellas: frío antártico y sin apéndice
El clima en el pueblo antártico no es el ideal. Cuando las temperaturas caen por debajo de -70C, los residentes deben permanecer en el interior o corren el riesgo de morir congelados. La mayoría de las personas solo residen en la colonia durante el verano, cuando se llega al «calor» de los 2°C.
Los turistas pueden realizar expediciones de esquí y motos de nieve, así como a viajar a la cercana Bellingshausen para aprender sobre las auroras polares y la glaciología. La base incluso tiene acceso a Internet, aunque está reservado para las tres computadoras de la escuela.