Se trata de Masca, el pequeño pueblo español ubicado en la costa canaria que, en el pasado, funcionó como un antiguo refugio de piratas.
Hoy, el antiguo refugio de piratas es un amable pueblo español rodeado de rocas volcánicas, palmeras datileras, profundos barrancos y antiguos bosques.
Incluso, aunque en el pasado haya sido muy buscado por los piratas, ahora pasa como un lugar desapercibido para los turistas. Tanto así que había quedado en el olvido, la electricidad llegó no hace muchos años y solo tenía una vía de comunicación al exterior por medio de un camino.
Masca, un lugar escondido, olvidado y rodeado de caminos polvorientos que conservan a día de hoy su esencia y su encanto de antaño. Está ubicado en el municipio tinerfeño de Buenavista del Norte, en el Parque Rural del Teno.
Su historia narra cómo los piratas se escondían, aprovechándose de que era un lugar que no podía verse desde el mar. Lo utilizaban para descansar, guardar sus tesoros y, de vez en cuando, reparar sus naves. Su situación ha ayudado para que Masca se convirtiera en un punto estratégico de la isla de Tenerife. Desde allí se puede divisar parte del océano Atlántico, la cima del Teide y las islas de la Gomera, El Hierro y La Palma.
Primero, lo recomendable es alquilar un coche todoterreno, debido a que los caminos para acceder al pueblo son llenos de curvas y bastante inestables.
A pesar de su olvidado estado, Masca contiene enclaves que son auténticos tesoros, como lo son: la iglesia del siglo XVII, un museo de artesanía (ubicado en la casa del núcleo) y la casa de los Avinculados en el Caserío de Piedra.
Por estos lugares y muchos más, Masca se ha convertido una de las visitas más obligadas para aquellos turistas que se aventuras a conocer un poco más en Tenerife.
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