Temas cubiertos
Las erupciones volcánicas llegaron a sepultar gran parte de la isla de Lanzarote en el siglo XVIII, creando paisajes nuevos e increíbles que fueron aprovechados por la mano del hombre convirtiéndolo en el mejor viñedo de Canarias.
Los vinos de este valle están cubiertos de cenizas volcánicas y son los mejores de cuantos se producen en el Archipiélago de canario.
Una de las características de los habitantes de acá es que tienen la gran capacidad de adaptarse a cualquier ambiente, y aprovecharon al máximo todas las posibilidades que ofrece la naturaleza.
La mayoría de veces, el aprovechamiento ‘económico’ de los paisajes acaba transformándolos de manera radical.
En otras ocasiones, se respeta su esencia y le dan un toque que los convierte en lugares únicos. Esto ocurrió entre 1730 y 1736, un ciclo de erupciones volcánicas que cubrió de lava y ceniza a gran parte de la isla de Lanzarote. Sin dejarse atemorizar por lo que estaba pasando y la desaparición de las mejores tierras de cultivo, los isleños buscaron ingeniosas soluciones que terminaron mejorando la producción agrícola local.
Los valles interiores fueron una de las zonas más afectadas por las erupciones. Se dice que algunas de esas zonas se cubrieron con más de dos metros de lapilli (pequeñas piedras volcánicas de color negro, los locales las llaman picón). Después de varias pruebas los habitantes de allí descubrieron que los restos de las erupciones ayudaban a conservar la escasa humedad que riega los campos de la isla.
Estas pequeñas piedras son higroscópicas esto quiere decir, que atraen el agua y la conservan en su interior. Los cultivos que se cubren con este tipo de materiales mantienen de una manera natural la humedad algo que es valioso en un lugar como Canarias.
Protegido por el Gobierno de Canarias, este paisaje contaba con otro problema a parte del de las nubes, y era el viento, para esto tuvieron una solución ingeniosa, cavaron huecos de hasta dos metros de profundidad para buscar el suelo agrícola primitivo. Permitiéndole a los agricultores proteger los cultivos de la acción del viento, con una red de muros y barreras de piedra.
La Geria cuenta con más de 5.255 hectáreas de los valles del interior de Lanzarote, con su particular suelo y clima este valle se convierte en la producción de algunos de los mejores vinos de Canarias, entre ellos el más famoso Malvasía lanzaroteño.
Uno de los atractivos de este lugar es que se puede conocer en vivo los procesos de cultivo, recolección y transformación de la vid. En estas inmediaciones se encuentra algunas de las mejores bodegas de la Denominación de Origen Vinos de Lanzarote, algunos de estos lugares permite la visita a sus instalaciones, degustación y compra de productos.
El Grifo, una de las bodegas más antiguas construida en 1775, esta bodega es una de las más reputadas de Canarias, su gran atractivo es su museo donde se puede ver la evolución histórica del cultivo de la vid en Canarias y su transformación en vino por medio de reliquias de los siglos XVIII y XIX.
Lagares, alquitaras, instrumentos de cultivo, un taller de tonelería. Si quiere una visita guiada con degustación o la visita libre aquí lo puede solicitar: Dirección: LZ-30, km 11; Tel: (+34)928 524 951; mail: alquitaraelgrifo.com; horario: L-D de 10.30 a 18.00). Otra bodega que se debe visitar es Stratvs (LZ-30, km 18). Esta empresa ha hecho un esfuerzo importante y fruto de ello son los numerosos premios que atesora por sus caldos.
Cómo llegar:
Comer en La Geria: Al ser un espacio agrícola, la oferta de restaurantes en el interior de La Geria es muy limitada. Una propuesta interesante es:
Dormir en La Geria:
Casa Diama es una de las escasas opciones para dormir en el interior del Paisaje protegido de La Geria. Esta casa rural cuenta con una casa equipada con dos dormitorios y capacidad para cuatro personas y un apartamento independiente para dos. La casa cuenta con piscina y admite animales domésticos (C/Diama, 1; Tel: (+34) 928 233 422; mail: info@casadiama.com).
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