Temas cubiertos
¿Cuántas veces ha tenido que aguantar a otros pasajeros en el mismo avión que tú?
Niños que creen que están en el patio de recreo y padres excesivamente indulgentes y temerosos que te dan la mano cuando menos lo esperas para calmar sus nervios.
Siempre está el que sufre de incontinencia pero que, sin embargo, ha elegido el asiento junto a la ventanilla y el que se aburre ya durante el primer vuelo de la mañana y sin importarle la hora decide contarte su vida aunque sólo quieras echarte una siesta.
Hay muy pocas reglas que respetar cuando se viaja y forman parte de los conocimientos que nuestros padres nos han transmitido simplemente a través de la educación.
Algunos pasajeros son conocidos en todo el mundo por ser ruidosos. Gritan y sobre todo nunca respetan las colas, ni creen que sea útil y adecuado hacerlas en determinadas circunstancias. Bueno, no es así. En ambientes grandes, con mucha gente como en el aeropuerto, las líneas son útiles, muy útiles. Si ha decidido pasar mediados de agosto en Mikonos, Grecia, con el calor que hace, no sería agradable encontrarse desembarcando en cualquier otra ciudad.
Así que ponte en la cola y respétala.
Se le pedirá la tarjeta de embarque y el documento de identidad hasta que esté sentado en el avión. Para evitar colas innecesarias y esperas de otros pasajeros, téngalos a mano durante toda su estancia en el aeropuerto.
No abra el periódico, la revista o el libro de inmediato. No encienda su iPod o ibook de inmediato. Dedique cinco minutos de su atención a lo que dice la anfitriona. Esta es una información que puede serle útil.
Hoy en día, casi todas las compañías aéreas asignan el asiento durante la facturación. ¡Y debe haber una razón! Si viaja sin asiento asignado, tenga en cuenta sus necesidades. Si no puede sentarse o si va mucho al baño, deje el asiento de la ventanilla para los demás. Y no sea indeciso: un asiento es tan bueno como otro, lo que cuenta es el destino.
Ya no tiene seis años, así que intente sentarse erguido. No invada el asiento de su vecino. Recuerde que los reposabrazos sirven para descansar los brazos y no los pies. Evite poner las rodillas contra el asiento de adelante, porque a los demás puede no gustarle. Y si tiene un asiento reclinable, asegúrese de que a la persona que está detrás de usted no le importa que lo baje.
Si se trata de un grupo de niños en una excursión o simplemente de un grupo, evite las actividades de los Boy Scouts como cantar en un coro y hacer mucho ruido. No ha alquilado el avión, viaja con otras personas y quizá no todos tengan un motivo de alegría ese día.
Los aplausos, algunos los encuentran graciosos, otros ridículos, otros inapropiados. El conductor sólo está haciendo su trabajo. Cuando coja el metro para ir al trabajo, nada más bájese, no corra al primer vagón para dar la mano al conductor. Así que, a menos que tengas menos de diez años, evítelo en un vuelo.
Si viaja con niños, recuerde que a usted le parecen adorables, pero que puede haber algunos que no estén muy de acuerdo con el comportamiento extraescolar. Ser un niño no justifica la grosería de los padres.
Al menos haz que la azafata abra la puerta antes de pegar la oreja al teléfono. También porque la persona que debía informarle de su hora de llegada ya ha sido avisada en el despegue. Así que disfrute de la paz de la ausencia de telecomunicaciones durante unos momentos más antes de volver a la dura realidad virtual.
No está en casa. El baño es de uso compartido, así que déjelo limpio. Recuerde comprobar las restricciones de equipaje antes de hacer la maleta. Así evitará tener que facturar su equipaje en el último momento porque es demasiado grande y ocupa el espacio de dos maletas en el avión.
Viajar se ha convertido en un hábito. A lo que nunca se acostumbrarán algunos es a las normas. Cuando se viven situaciones que deben ser compartidas con otras personas es bueno recordar la educación, la cortesía y el llamado bon ton.
El incremento del turismo chino y japonés en España impulsa la economía local.