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España ya ha abierto sus fronteras a los turistas extranjeros, menos a algunos países por miedo a la llegada de variantes del coronavirus. Anteriormente, para entrar en el país se necesitaba acreditar, si el niño era mayor de 6 años, una pauta completa de la vacuna o una prueba negativa en coronavirus.
Empieza la llegada de turistas, sin embargo, el Gobierno ha impuesto en la frontera con Francia por vía terrestre la presentación de un certificado COVID.
Dicho certificado informa de si se tiene la pauta completa de alguna de las vacunas aprobadas por la Agencia Europea del Medicamente (EMA) o si se ha realizado una prueba negativa de COVID mediante un test PCR o una prueba de antígenos. Los documentos que se presenten en la frontera deben estar en español, inglés, francés o alemán. De la contrario, deberían ir acompañadas de una traducción al español mediante una institución oficial.
«Los pasajeros menores de doce años quedan exentos de la presentación delas certificaciones contempladas en el apartado quinto. No obstante, deberán estar en posesión del código QR obtenido tras la cumplimentación del formulario de control sanitario a través de SpTH», así aparece exactamente en el BOE con fecha el día de hoy. Por el momento, la EMA no ha aprobado el uso de ninguna vacuna para menores de 12 años, por lo tanto el único documento que podían presentar era una prueba negativa. Esta transacción ya no será necesaria para cruzar nuestras fronteras.
El Gobierno de España ha tardado solo 5 días en cambiar las medidas para la entrada de turistas extranjeros. Aún así, se espera que con el pasaporte COVID que se quiere poner en marcha se agilice las entradas y salidas a los países miembros de la Unión Europea.
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