Según la hoja de ruta de reapertura de Irlanda, los festivales y eventos pueden reanudarse a partir del 10 de agosto, dado que se adhieren a las restricciones de capacidad y a las normas de distanciamiento social
La República de Irlanda ha publicado su hoja de ruta para la reapertura de la sociedad y los negocios tras el cierre de Covid-19, que prevé que los espectáculos y los festivales vuelvan a partir del 10 de agosto, siempre que se cumplan las restricciones de capacidad y las medidas de distanciamiento social.
Bajo el plan de cinco pasos presentado por el primer ministro irlandés (taoiseach) Leo Varadkar, «festivales, eventos y otras reuniones masivas sociales y culturales» hará naconciertos en la etapa final,bajo ciertas restricciones.
La reapertura de los eventos estará supeditada a «restricciones de números interiores y exteriores», de acuerdo con el plan de salida, aunque no se comuniquen los detalles de dichas restricciones de capacidad.
El mes pasado se anunció que los eventos de más de 5.000 personas no regresarían hasta finales de agosto,lo que llevó a la cancelación de los festivales Longitude y Sunstroke de MCD Productions, así como del festival Pod/Aiken Promotions All Together.
BAJO EL PLAN DE CINCO PASOS «FESTIVALES, EVENTOS Y OTRAS REUNIONES MASIVAS» HARÁN UN REGRESO EN LA ETAPA FINAL, BAJO CIERTAS CONSTRICCIONES
El plan también exige que el «distanciamiento social» debe cumplirse durante los eventos. Una vez más, no se presentan los detalles de tales medidas. Actualmente, el distanciamiento social en Irlanda implica mantener una distancia de dos metros entre individuos.
La quinta fase de la recuperación de Irlanda también hará que los pubs y discotecas abran sus puertas, «donde se pueden cumplir los distanciamientos sociales y la limpieza estricta».
Las reducciones de capacidad y las medidas de distanciamiento social a las que se hace referencia en la hoja de ruta de reapertura de Irlanda son similares a las impuestas a los lugares de España, que publicaron su estrategia de salida la semana pasada. El plan de España indicaba que los conciertos podrían volver ya en mayo con cierta capacidad y restricciones de distanciamiento, pero fue criticado por los miembros de la industria en vivo por ser «poco claros» y poco realistas para muchos promotores.
