Según un estudio reciente, las siestas podrían tener impacto en nuestra salud, particularmente en la aparición de enfermedades cardiovasculares. Este es un hábito adoptado por muchos para recobrar energías durante el día o el fin de semana, especialmente cuando la falta de sueño nocturno afecta el desempeño.
El estudio analizó información del sueño de más de medio millón de participantes de entre 40 y 69 años en Reino Unido. Los sujetos fueron divididos en cuatro grupos según cuánto compensaban su sueño durante los fines de semana. Los que lo hacían más a menudo, llegaban a dormir hasta 16 horas más que durante la semana.
Los resultados del estudio fueron bastante sorprendentes: aquellos que compensaban más sueño durante el fin de semana presentaban un 19% menos de riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, como insuficiencia cardíaca, hipertensión, obesidad, fibrilación auricular, diabetes y accidente cerebrovascular, en comparación con los que compensaban menos sueño.
A pesar de algunas limitaciones admitidas por los expertos, el estudio es concluyente en su afirmación de la relevancia del sueño para la salud cardiaca y el bienestar general. Además, patrones de sueño irregulares pueden resultar en el desarrollo de otras enfermedades graves y afectar el estilo de vida.
El sueño es esencial para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo, y se ha descubierto que tiene una relación directa con el mantenimiento de niveles saludables de glucosa en la sangre, una presión sanguínea equilibrada, la elección de alimentos saludables y un riesgo reducido de obesidad. Además, un buen descanso también se asocia con una mejor salud mental y un estado de ánimo más equilibrado. Es aconsejable establecer una rutina de dormir al menos 7 horas por noche y despertar a la misma hora cada día. Este hábito es crucial para nuestra salud. En casos donde no se puede mantener este patrón, compensar las horas de sueño perdidas es otra alternativa beneficiosa, según los hallazgos de investigaciones recientes.
A pesar de que la siesta es una costumbre que muchas personas practican para restaurar la energía durante el día o los fines de semana, especialmente cuando el sueño nocturno es insuficiente, estudios recientes han evidenciado posibles efectos de esta práctica en nuestra salud, con un enfoque especial en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
