En Italia, se registró recientemente el fallecimiento de un joven de 23 años, Giuseppe Russo, a causa de la mordedura de una araña violinista. Aunque el encuentro con este tipo de araña es poco frecuente y su naturaleza no es muy agresiva, la picadura puede ser fatal si no se trata a tiempo.
Russo fue atacado por el insecto el 13 de julio mientras trabajaba en el campo, en la provincia de Lecce. Puso poca atención a la picadura, pensando que se trataba de un mosquitos. Pero conforme pasaban los días, la inflamación en su pierna derecha se volvió más grande, acompañada de gran dolor.
Más tarde, en la zona afectada surgió un absceso, lo que resultó en la necrosis de la pierna. A pesar de buscar ayuda médica y ser trasladado por varios hospitales, Russo falleció debido a un shock séptico y fallo multiorgánico.
No es la primera vez que se reporta un caso como este en Italia. Franco Aiello, un oficial de 52 años que trabajaba en el cuerpo de guardaespaldas de la corte de Palermo, también perdió la vida debido a la picadura de una araña violinista. Aiello estaba realizando trabajos de jardinería cuando notó que su tobillo se enrojecía. Aunque fue hospitalizado, su condición se deterioró rápidamente, y finalmente falleció.
Cuando una araña violinista pica, causa un agudo dolor seguido de inflamación considerable en la zona impactada. Se presenta enrojecimiento en la dermis y en el centro de la lesión, a menudo se forma una úlcera necrótica que generalmente se cae después de varias semanas. Sin embargo, si se presenta fiebre o sangre en la orina, es un indicador de que la situación puede estar empeorando, por lo que es vital tomar medidas inmediatas para evitar que el veneno se extienda. En tales casos, se aconseja enfriar rápidamente el área para reducir la reacción y acudir prontamente a un hospital.
Un trágico evento tuvo lugar recientemente en Italia. Un hombre de 23 años, Giuseppe Russo, murió en la unidad de cuidados intensivos del Policlínico de Bari debido a complicaciones por la picadura de una araña violinista. La mordedura ocurrió el 13 de julio en Collepasso, provincia de Lecce, mientras trabajaba en el campo.
