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¿Qué son los orzuelos y cómo se pueden curar?

Los orzuelos son una afección común que afecta el área de los ojos. Afortunadamente, no se consideran graves y pueden tratarse fácilmente.

Cómo curar un orzuelo: causas y tratamientos

Los orzuelos son uno de los problemas más comunes que se pueden producir en la zona ocular. Se trata de una inflamación, normalmente de la glándula de Meibomio, en el borde del párpado. Suele tener el aspecto de un grano común, pero está provocado por un germen que ha inflamado la zona y que puede ocasionar molestias. Un orzuelo puede resultar muy molesto e incluso doloroso. Por suerte, no representa un problema muy grave y, con un poco de paciencia, curar un orzuelo resulta bastante fácil.

Cómo se origina un orzuelo

Aunque pueda tener distintos orígenes, suele estar relacionado con la bacteria Staphylococcus Aureus, que actúa inflamando la glándula y creando el orzuelo. Esto quiere decir que los orzuelos son contagiosos, ya que esta bacteria puede pasar de una persona a otra a través del contacto físico. Es decir, tocando el ojo y después a otra persona, se puede transmitir con mucha facilidad.

El orzuelo puede aparecer tanto en el párpado superior como en el inferior, aunque en casos extremos, puede llegar a afectar a los dos. Se caracteriza por la hinchazón de una zona del párpado y suele provocar un enrojecimiento de la zona afectada.

El tamaño del orzuelo varía según la infección y la persona. No hay dos orzuelos iguales. La zona enrojecida puede provocar una sensación de quemazón o calor en el área afectada. Suele picar bastante, así que es importante recordar que no se debe frotar el orzuelo, aunque esto ofrezca un alivio temporal. De todas formas, aunque resulta muy molesto, hay que recordar que existe tratamiento para los orzuelos y que se puede eliminar con facilidad.

Se ha de distinguir entre los orzuelos externos, que aparecen en la parte externa del párpado, y los orzuelos internos, que son más complicados de tratar ya que se encuentran en la zona interna del mismo, provocando además un molesto roce en el ojo.

En el primer caso, el origen del orzuelo puede ser la infección de un folículo piloso, mientras que el interior suele estar directamente relacionado con la inflamación de la glándula de Meibomio, así que su tratamiento puede ser distinto.

Aunque hay varias causas para su aparición, es importante mantener una higiene ocular adecuada. La limpieza es fundamental y se ha de evitar frotar los ojos, ya que de esta manera se puede evitar que los gérmenes lleguen a la zona ocular y causen estas infecciones.

Cómo tratar un orzuelo

Lo primero que tienes que hacer si tienes un orzuelo es limpiar cuidadosamente la zona ocular. Una gasa mojada en agua tibia es suficiente. Hay que dejar limpia la zona y por supuesto, una vez hecho esto, hay que acudir a un profesional para que inicie el tratamiento.

Si no se puede acudir al médico, el farmacéutico puede recomendar un tratamiento temporal para evitar que la infección vaya a más, pero es el médico el que tiene que tratarlo de manera urgente.

No se trata, como hemos dicho, de un problema grave, pero sí es molesto y se ha de tratar de forma correcta. Y, por supuesto, aunque parezca un grano, no hay que intentar reventarlo.

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