Jóvenes de España y de muchos lugares del mundo dicen 'no' a ser padres: más de un 60% descarta tener hijos a corto y medio plazo.
Hoy en día los jóvenes de España y de muchos lugares del mundo han optado por decir ‘no’ a ser padres; más de un 60% descarta tener hijos a corto y medio plazo.
Acá te contamos las razones de peso para tomar esta determinación.
Jóvenes dicen ‘no’ a ser padres
Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) revelan una tendencia alarmante en España: un descenso significativo en la tasa de natalidad.
En la última década, este descenso alcanzó el 27.6%, y solo en el último año, la cifra ha caído un 2.4% adicional respecto a 2022.
Este fenómeno, que continuó incluso durante la pandemia, ha sorprendido a muchos expertos que anticipaban un aumento en el número de nacimientos durante ese periodo.
Cifras preocupantes
En el primer semestre de 2023, se registraron solo 155.629 nacimientos, la cifra más baja en la serie histórica del INE.
Estos datos apuntan a que la tendencia de caída en la natalidad se mantendrá a medio plazo, reflejando cambios significativos en las decisiones de vida de los jóvenes españoles.
Más del 60% de los jóvenes en España no se plantean tener hijos en el corto o medio plazo.
Factores como la precariedad laboral, el alto coste de vida y la dificultad para conciliar la vida familiar y laboral son los principales obstáculos.
Jacobo Blanco Fernández, decano del Colegio de Ciencia Política y Sociología en el Principado de Asturias, atribuye este descenso a varios factores, incluyendo un cambio cultural donde «la maternidad es una opción por primera vez en la historia».
La situación del mercado laboral es un factor crucial en esta decisión.
Los jóvenes se enfrentan a salarios bajos y empleos precarios, lo que dificulta asumir el coste de la crianza de los hijos.
Además, la inestabilidad laboral y la dificultad para comprar o alquilar una vivienda retrasan la edad de emancipación, situándola alrededor de los 33 años en España, edad a partir de la cual muchos jóvenes recién comienzan a considerar la paternidad.
Este descenso de la natalidad augura un futuro con una sociedad envejecida, donde habrá más personas mayores que jóvenes.
Esto plantea desafíos económicos y sociales significativos, como la sostenibilidad de los sistemas de pensiones y salud.
