El dolor localizado en la zona del cuello puede ser algo muy molesto. Se nota el dolor de manera continua, pero este suele ser más intenso cuando se está realizando una actividad que implique forzar esta parte del cuerpo.
El impacto de este tipo de dolor puede llegar a ser importante, y hay que tener en cuenta que se puede evitar realizando algún tipo de ejercicio para eliminar la tensión muscular en esta zona y, por ejemplo, utilizando almohadas viscoelásticas para dormir.
Las principales causas del dolor de cuello
Es importante remarcar que este dolor puede enmascarar algún problema más grave, pero lo habitual es que se produzca por una mala postura a lo largo de un periodo prolongado de tiempo. El dolor suele aparecer en la base del cuello, en cualquiera de sus lados, debido a la mala posición utilizada para realizar esta actividad.
El trabajo sedentario, frente a un ordenador, por ejemplo, puede ser una de las causas que provoque el dolor en el cuello. Otros motivos que pueden provocar el dolor de cuello son largos periodos conduciendo y cualquier otra actividad que se realice de forma continua y habitual. Es fácil adquirir un vicio postural que provoque una ligera inflamación de los músculos del cuello o en la zona de las cervicales.
El dolor de cuello o en las cervicales puede provocar incomodidad pero, en ocasiones, la intensidad puede hacer que incluso sea imposible mover la cabeza. La inflamación hace que intentar girar la cabeza hacia cualquier lado, e incluso de arriba a abajo, se convierta en un acción muy dolorosa.
Las cervicales están rodeadas por varios nervios y tendones que se extienden por la zona y que pueden verse afectados por una postura inadecuada. Todo esto puede provocar ese dolor de cuello o cervical, que no solo provoca un dolor intenso durante el momento de realizar esa actividad, sino que además puede estar presente durante un tiempo indeterminado.
Aunque se deje de realizar la actividad que ha provocado la mala postura que genera el dolor, este puede persistir durante un tiempo y hace que la vida diaria se convierta en algo muy incómodo. Incluso puede provocar molestias que impidan dormir y disfrutar de esos momentos necesarios para recuperar fuerzas y afrontar un nuevo día sin problemas.
Puede parecer difícil evitar este tipo de dolor, sobre todo si se realiza una actividad sedentaria y repetitiva, pero se puede conseguir.
Se puede realizar una rutina de estiramientos y movimientos del cuello, para evitar que produzca una contractura o una inflamación de los músculos de la zona. Si se mueven estos músculos de forma correcta y cada cierto tiempo, se descarga la tensión en la zona y se evita la aparición del dolor.
Si ya se está sufriendo el dolor en el cuello, es conveniente aplicar paños calientes, que pueden relajar el músculo en la zona. También se debe intentar mover ligeramente el cuello, para destensar la zona.
Otra buena manera de evitar y reducir el impacto del dolor cervical o de cuello es dormir con una almohada viscoelástica. Este tipo de alomhadas se consideran ortopédicas, porque se adaptan al cuerpo y evitan malas posturas durante el periodo de descanso, algo que es indispensable para mantener la salud y recuperar las fuerzas por la noche.
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