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En el cruce peligroso de la diabetes y los trastornos alimentarios, emerge un término que podría no resultar familiar pero que es vital entender: la diabulimia.
Esta combinación de condiciones puede tener efectos devastadores en quienes la padecen, y lo peor de todo es que, a menudo, pasa desapercibida.
¿Estás listo para profundizar en este tema de salud poco conocido pero de gran importancia?
Sigue leyendo para desentrañar los misterios de la diabulimia, un problema de salud encubierto que necesita de nuestra atención y comprensión
La diabulimia, un término acuñado para describir la combinación de diabetes y bulimia. Es un peligroso trastorno de la conducta alimentaria que afecta a algunas personas con diabetes tipo 1.
Esta patología se caracteriza por la omisión deliberada de la administración de insulina con el fin de perder peso, un comportamiento que puede tener consecuencias mortales.
Las personas con diabetes tipo 1, una enfermedad autoinmune, tienen niveles de glucosa en sangre muy altos.
Niveles que necesitan ser equilibrados con inyecciones diarias de insulina.
El sobrepeso y la obesidad son comunes en esta población, afectando aproximadamente al 40% de los pacientes.
La presión para adelgazar puede llevar a algunos a poner en peligro su vida, omitiendo la insulina necesaria para controlar su diabetes.
La especialista en endocrinología y nutrición Patricia Guirado Peláez, del Hospital Vithas Málaga, señala que este trastorno afecta en mayor medida a mujeres.
Es especialmente frecuente en la adolescencia.
Un análisis realizado por investigadores en Barcelona y Sevilla indica que entre el 10-20% de las adolescentes y entre 30-40% de las jóvenes adultas con diabetes tipo 1 han omitido o alterado su dosis de insulina para controlar su peso.
Es importante aclarar que no todos los pacientes que omiten o manipulan su dosis de insulina lo hacen dentro del contexto de un trastorno.
Sin embargo, se ha observado un aumento en estas conductas peligrosas, las cuales son difíciles de diagnosticar y amenazan la salud del paciente.
La pérdida de peso en la diabulimia se produce a través de varios mecanismos, entre ellos la eliminación de glucosa por la orina, la pérdida de agua con la glucosa de la orina y la destrucción de los depósitos de grasa del organismo para obtener energía.
Este proceso puede desembocar en la producción de cuerpos cetónicos, dañinos para el cuerpo humano, y en casos extremos puede llevar a la cetoacidosis diabética y la deshidratación, pudiendo incluso causar la muerte.
Detectar la diabulimia a tiempo es crucial para evitar un impacto negativo en el control de la glucemia del paciente.
La detección se complica por el hecho de que los pacientes con diabulimia no omiten ingestas de comida ni se provocan vómitos, sino que dejan de inyectarse insulina, lo que hace más difícil su identificación.
En caso de sospecha de diabulimia, los especialistas aconsejan confirmar el diagnóstico a través de entrevistas clínicas y cuestionarios validados, y luego derivar al paciente a un equipo de salud mental para su evaluación y tratamiento.
Este abordaje multidisciplinario involucra a psicólogos, psiquiatras, endocrinólogos y enfermeras especializadas en diabetes.
El objetivo inicial del tratamiento es establecer una relación de confianza con el paciente y abordar los sentimientos y creencias disfuncionales relacionados con su enfermedad y su alimentación.
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