Susana es la primera trans arrepentida que reclama a la Sanidad pública. «Todo comenzó por ver vídeos de YouTube, de gente que había cambiado de sexo y decía que su salud mental había mejorado».
«Te meten el pene para adentro.
De su tamaño dependerá la profundidad de tu vagina. Con el prepucio te hacen el clítoris». Esta es simplemente una crítica a la ley que la ministra Irene Montero ha lanzado para adelante. Ahora en El Mundo hablan con Susana, que reclama a la Sanidad pública por haberla sometido a la operación: «Me arruinaron la vida», asegura la joven gallega de 24 años.
Susana necesitó seis años para darse cuenta que los problemas mentales que tenía con 15 años, incluyendo depresión y trastorno esquizoide, le habían incapacitado para tomar una decisión. Las hormonas y las operación habían sido una equivocación. «Y entonces el psicólogo me dijo: ‘Ya empezamos, ya empezamos'», cuenta Susana. «¡Parecía que le molestaran mis problemas…! Yo era una adolescente con problemas y él mi terapeuta». «Llorabas y me manipulaste. Me manipulaste llorando, pero yo ya sabía que el cambio de sexo no iba a hacerte sentir mejor».
Ante la respuesta del psicólogo, Susana acudió a la primera psiquiatra que le derivó a éste. «No sólo eso. También fui a la primera psiquiatra, la que me remitió al psicólogo, dando por bueno que yo era trans. Ahora, años después, ella sólo dice: ‘Ay, pero si tú estabas muy segura, estabas muy segura’. Yo tenía 15 años. ¿Cómo me dejaron hacer eso? ¿Cómo podía estar segura de lo que quería?». En estos seis años, Susana ha pasado por varias operaciones: le han extirpado sus pechos, le han quitado su útero y ha tomado hormonas masculinas. Todo ello sin supervisión o acompañamiento psicológico. «Y ahora, ¿qué hacemos? ¿Cómo se arregla esto?». «A los 18 le hicieron una mastectomía, le quitaron los pechos», y como seguía teniendo menstruación «la endocrina me recomendó que me hiciera una histerectomía», cuentan Susana y su madre.
Su madre también cuenta cómo ha vivido todo esto: «Estábamos en casa cuando me dijo que se sentía chico. No me lo esperaba para nada, pero le dije que iríamos a la psiquiatra que la trataba ya por depresión y ansiedad. Yo pensaba que la psiquiatra me iba a decir que tenía alguna enfermedad mental, pero la sorpresa fue que me dijo desde el primer momento: ‘Tiene usted que aceptarlo. Si ella se siente chico, es que es chico’.
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Las líneas de Beau son hendiduras en las uñas o marcas, algunas veces de color blanco, que aparecen por enfermedades graves o lesiones.