Investigadores de la Academia China de Ciencias en Pekín sugieren que el origen de la variante ómicron puede estar en los ratones.
Temas cubiertos
Investigadores de la Academia China de Ciencias en Pekín sugieren que el origen de la variante ómicron puede estar en los ratones.
El origen de ómicron está en los ratones
Que el origen de a variante ómicron esté en los ratones es una de las hipótesis que se apuntaron desde el principio debido a la gran cantidad de mutaciones acumuladas en esta versión del SARS-CoV-2.
El equipo de la Academia China de Ciencias ha intentado comprobar de qué animal (humano o no) puede venir ómicron analizando el espectro molecular de sus mutaciones. De alguna manera sostienen que el huésped del virus deja un tipo de marca en su evolución al proporcionarle un entorno celular determinado.
Incompatible con los humanos
La primera conclusión después de iniciar este análisis fue que el espectro molecular de las mutaciones de ómicron no era compatible con huéspedes humanos, ni siquiera en pacientes inmunodeprimidos, así que buscaron pistas en diferentes tipos de mamíferos, como gatos, perros, vacas, murciélagos, visones y ratones. El estudio vuelve a apuntar a la importancia que pueden tener los animales en futuros brotes de SARS-CoV-2.
Para los autores está claro que algo aceleró la evolución de ómicron. En una sección de ARN donde debería haber una velocidad de 0,45 mutaciones al mes, hallaron que se habían producido 1,5. El triple de velocidad de lo visto con otras variantes. Pero esa aceleración no era uniforme en todo el código genético del virus, sólo en una parte. Esta circunstancia permitía centrar los experimentos.
Los animales y el futuro del SARS-CoV-2
Al inicio de la pandemia, los ratones resultaron no ser buenos huéspedes para el coronavirus. El SARS-CoV-2 no se adaptaba bien a ellos. Eso fue cambiando con sucesivas variantes.
Los investigadores explican que «una vez que una variante adquiere la capacidad de infectar a un nuevo huésped, puede acumular mutaciones en ese nuevo reservorio animal y hacerse transmisible a otro huésped». Una «reacción en cadena», según lo califican, que hace probable que los animales vuelvan a contagiar nuevas versiones del virus a los humanos.