Japón investiga la tercera muerte de una persona vacunada con Moderna

Japón investiga la tercera muerte de una persona que recibió las dos dosis de la vacuna de Moderna. El lote procedió de España y fue bloqueado.

Japón investiga la tercera muerte de una persona que recibió las dos dosis de la vacuna de Moderna. El lote procedió de España y fue bloqueado tras detectarse contaminación.

Tercera muerte en Japón

Japón notifica la muerte de un hombre de 49 años que había sido vacunado con ambas dosis de Moderna.

Recibió su segunda dosis el 11 de agosto y su muerte fue confirmada en la mañana del día siguiente, según datos de Sanidad, que recibió notificación del caso por su empresa el pasado 4 de septiembre. Falleció en agosto.

El lote del que procedió su inoculación fue bloqueado por las autoridades niponas porque descubrieron partículas contaminantes.

Se trata de la tercera persona fallecida que se relaciona con las dosis contaminadas de Moderna. Un portavoz del Ministerio de Salud de Japón informó de dos personas de 30 y 38 años, cuyas muertes continúan siendo investigadas.

«Se han registrado dos casos de fallecimientos tras la vacunación con uno de los lotes correspondientes producidos en la misma fábrica y en el mismo período», señaló el Ministerio de Sanidad en un comunicado el último sábado de agosto.

Uno de los dos fallecimientos ha sido reportado «como posible reacción a la vacuna«, y el otro fue registrado después de que las autoridades niponas paralizaran el uso de los lotes en cuestión.

Japón retira un lote de la vacuna

La semana pasada Japón bloqueó 1,63 millones de dosis ya que se observaron partículas contaminantes en 39 viales (390 dosis), pero Sanidad decidió bloquear tres lotes enteros con 1,63 millones de dosis (3004667, 3004734 y 3004956) producidos al mismo tiempo en la planta de producción de la española Rovi.

Moderna y su socio de distribución en Japón, la farmacéutica Takeda, anunciaron la semana pasada que las partículas contaminantes contenían acero, posiblemente de «un aparato de la cadena de producción» de la fábrica española de la empresa Rovi, y descartaron riesgos graves para la salud, al margen de una reacción local.

Pero descartaban que pudieran tener efectos negativos en la salud estas partículas ya que se utilizan en prótesis y válvulas cardiacas, por lo que “es poco probable” que produzcan rechazo.