Se utiliza en España desde la década de los 60 para el tratamiento de problemas inflamatorios crónicos, medicina del dolor, trastornos vasculares entre otras.
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Se desató una polémica entre los diferentes colectivos, la decisión judicial de aplicar la técnica conocida como ozonoterapia en un paciente con Covid-19 que ingresó a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital de la plana (Castellón), pues no es una terapia que forme parte de los protocolos de actuación para pacientes con coronavirus, y tampoco está autorizada por la Agencia Española del Medicamento (AEMPS).
Ozonoterapia como tratamiento
La Federación de Asociaciones Científico-Médicas Españolas (FACME) mostró su rechazo en un comunicado ante esta imposición judicial a petición de los familiares por «administrar un tratamiento no aprobado en esta indicación por parte de las autoridades sanitarias de ningún país».
Pero, para entender un poco es necesario saber ¿en qué consiste esta terapia?, cómo son sus aplicaciones. Esto se trata de una técnica que consiste en introducir ozono en forma gaseosa en el paciente a través de varias vías, estas pueden ser intramuscular o rectal, y sirve como tratamiento terapéutico de diversas afecciones, sirve para el dolor e inflamación crónica.
Qué es la Ozonoterapia
La ozonoterapia es una técnica médica que utiliza el ozono como agente terapéutico para un gran número de patologías. Es cien por ciento natural, con pocas contraindicaciones y efectos secundarios mínimos, siempre y cuando se realice correctamente, y se usa porque es una buena alternativa en el tratamiento de algunos casos.
¿Para qué sirve la Ozonoterapia?
Según la Sociedad Española de Ozonoterapia (SEOT), para su uso en la medicina «se utiliza una mezcla de oxígeno y ozono denominada ozono médico en el que el ozono (O3) se encuentra presente en concentraciones entre 1 a 80 µg/mL de oxígeno»
Y según este organismo, esto es una terapia «con pocas contraindicaciones y efectos secundarios muy poco frecuentes» y se utiliza en España desde la década de los 60 para el tratamiento de «problemas inflamatorios crónicos, medicina del dolor, trastornos vasculares, enfermedades infecciosas, patologías autoinmunes y medicina regenerativa». Sirve en general para afecciones «relacionadas con el estrés oxidativo crónico».
Por esto, algunas de sus aplicaciones se incluyen en el tratamiento de la artritis, la artrosis, de la hernia discal, la fibromialgia, para afecciones dermatológicas o del pie diabético, entre otras patologías. Y se encuentra en la cartera de servicio de las unidades del dolor de Sanidad.
En cuanto a sus vías de administración, la SEOT indica que el ozono se puede aplicar local mediante «Infiltraciones intrarticulares, periarticulares, intradiscales e intraforaminales» y así como dentro de las cavidades o a través de «la aplicación de una campana plástica o de cristal donde se hace fluir el ozono médico». También, se puede administrar de forma «endovenosa, intramuscular o rectal».
Los principales beneficios de esta técnica son:
1. Efectos antiinflamatorios y analgésicos.
2. Antifúngico, antivírico, antibactericida porque produce peróxido, una sustancia que destruye a los virus y bacterias y a las cándidas.
3. Mantiene una función detoxificante del hígado y hace que se liberen a nivel celular los tóxicos del órgano.
4. Puede desempeñar un papel antitumoral.
5. Para pacientes que no pueden ingerir fármacos porque tienen gastritis o porque son alérgicos.
6. Favorece la circulación, aumenta la elasticidad a nivel de glóbulos rojos permitiendo que lleguen a la microcirculación, donde hay hipoxia o gangrena.
¿Tiene alguna evidencia científica?
La Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas destaca que es un «tratamiento definido como alternativo» y que está basado en «insuflar ozono en forma gaseosa en heridas o dentro del paciente», unos tratamientos que «llegan a ser recomendados incluso para tratar el cáncer, sida, parálisis y enfermedades neurodegenerativas».
Sin embargo, no existe evidencia científica contrastada para el tratamiento de dichas patologías, ni para el tratamiento del Covid-19 y la Administración Estadounidense de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) no reconoce a esta terapia como un tratamiento.
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