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Solo el 0,0009%, de las 28,1 millones de personas que han sido inmunizadas, se asocian como muertes por las vacunas del coronavirus en España.
Según datos del Ministerio de Sanidad recogidos hasta el 11 de julio, 254 personas fallecieron tras vacunarse contra la Covid.
Desarrollaron efectos secundarios que desencadenaron en la muerte. Siete de ellas está certificado que murieron por los trombos asociados a la de AstraZeneca. Sanidad recuerda que la vacuna no fue la causa de la muerte, pues en los casos notificados, los inoculados presentaron efectos secundarios tras la vacuna, o traían antecedentes en salud.
Los datos se conocen por el séptimo Informe de Farmacovigilancia Sobre Vacunas Covid-19 que ha publicado este martes el Ministerio de Sanidad.
Los informes recogen que por cada 100.000 dosis administradas, 67 pacientes han sufrido efectos secundarios. La población más joven los padece más (el 88% tenía entre 18 y 65 años y solo el 22% por encima de esa edad) y son más numerosos entre las mujeres que en los hombres (77% frente al 33%).
De estos, más de 32.000 efectos adversos notificados, la mayoría fueron de carácter leve, mientras que 6.390 se consideraron graves.
Dentro de este grupo es donde se registraron las 254 fallecimientos que este martes Sanidad ha relacionado con la vacuna conta la Covid, aunque advierte de que puede no ser su causa.
En términos generales, las vacunas que más efectos adversos han producido son AstraZeneca y Moderna, con las que se ha notificado un 0,1% del total de las que se han puesto, 8,4 millones de AstraZeneca y 4,3 millones de Moderna.
Les sigue Pfizer, con la que se han notificado acontecimientos adversos en el 0,05% de los más de 33,4 millones de dosis que se han administrado, a 19 millones de personas.
Los 1,4 millones de monodosis de Janssen que se han inoculado en otras tantas personas han dado lugar a 720 notificaciones de efectos adversos, el 0,04% del total, de los que 140 fueron graves.
De momento, España ha anuciado que no recibirá ni distribuirá más dosis de AstraZeneca, y tanto Moderna como Pfizer han comenzado estudios para analizar efectos secundarios raros.
En España se han administrado 47.780.916 dosis de vacuna a 28.128.536 personas. Por tanto, la cifra de decesos que podría asociarse a ellas no representa más que el 0,0009% de las personas que ya han recibido por lo menos un pinchazo.
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