recién nacido
Es así como los gestos de un recién nacido a veces pueden ser tan espontáneos y singulares como tiernos y divertidos. El bebé filmado en el video obviamente todavía tiene los ojos cerrados y su rostro arrugado por los nueve meses de oscuridad que acaba de pasar en el útero de su madre.
¡Pero las ideas parecen tenerlas muy claras en su cabeza! Quizás, a estas alturas, más que el gesto inequívoco del niño, hubiera sido más divertido filmar la expresión del padre.
El lenguaje corporal de los bebés es absolutamente esencial, porque es a través de sus gestos que podemos comprender sus necesidades y emociones. Aquí enumeramos algunos de los movimientos más recurrentes que puede encontrar en un recién nacido.
1. Toca sus lóbulos, tira de ellos y mete los dedos en las aurículas
Nada de que preocuparse. Todo en la norma. El pequeño simplemente está explorando esta parte de sí mismo.
2. Primero estira las piernas y luego las empuja hacia la barriga
Es un signo que podría indicar la presencia de cólicos. Sí, es un trastorno que suele aparecer de 0 a 3 meses, a menudo todas las noches. Porque el intestino del bebé todavía está en proceso de formación. Cuando el bebé siente un espasmo interno, reacciona instintivamente moviendo las piernas. Para ayudarlo, bastaría con levantarlo y llevarlo por la casa, haciéndolo hacer pequeños movimientos en nuestros brazos. Por tanto, con un poco de paciencia también se pueden prevenir los cólicos. Antes de amamantar, por ejemplo, un suave masaje abdominal puede resultar beneficioso para el bebé, realizándolo con movimientos circulares en el sentido de las agujas del reloj.
3. Patea fuerte mientras lo cambias o lo bañas
El recién nacido patea con más frecuencia a partir de los 3 meses, cuando empieza a ser consciente de lo que le rodea y a explorar su espacio. Es como un juego que le permite escucharse a sí mismo y familiarizarse con su cuerpo.
4. El bebé comienza a golpearse la cabeza repetidamente contra los barrotes de la cama, antes de irse a dormir
Es un comportamiento que suele ocurrir alrededor de los 7 u 8 meses, cuando el bebé no puede dormir. Para calmarlo, bastaría, una vez más, levantarlo, acunarlo y abrazarlo suavemente. Los gestos suaves lo tranquilizarán y ayudarán a relajarse y luego abandonarse a dormir.
5. Se quedó dormido en los brazos de su madre o su padre, pero…
Esto es lo que sucede mientras lo acuestas en la cama: se despierta sobresaltado y de repente extiende los brazos hacia afuera. Este es el llamado «reflejo de Moro», una reacción instintiva que generalmente ocurre desde el nacimiento hasta el tercer mes. El gesto surge del hecho de que el bebé percibe la desagradable sensación de caer cuando pasa del reconfortante abrazo de los padres a la cuna. Entonces se asusta, llora e instintivamente abre los brazos en un intento por aferrarse a nosotros. Para evitar todo esto, bastaría con dejarlo solo y tranquilo en su cama, cuando estés seguro de que ya está listo para dormirse profundamente.
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