Tres hombres renunciaron a su logro para apoyar a una mujer que luchaba por terminar el maratón de Filadelfia.
Lo ocurrido en Filadelfia, con motivo de la esperada cita con la media maratón de la ciudad, sólo tiene un nombre: altruismo. El recorrido es de 21,1 km, en los cuales los participantes cruzan la línea de meta agotados pero felices de haber llegado a su destino.
No fue así para uno de los corredores que lamentablemente abandonó a pocos metros del final. Era una mujer. Lleva largas trenzas negras y está a punto de desplomarse sobre el asfalto. Afortunadamente, alguien se lo impidió, salvándola de una enfermedad segura.
Dos corredores del maratón se dieron cuenta del estado visible de la mujer y se detuvieron para ayudarla. La apoyan y la acompañan hasta la meta. En ese momento, un tercer hombre se hace cargo, a punto de terminar su carrera.
Espectador de la escena, vuelve y coge a la mujer en brazos para cruzar la meta por su propio pie. Tres deportistas que renunciaron a un mejor momento para ayudar a un compañero que lo necesitaba. Y el vídeo ya ha sido visto 30 millones de veces en Facebook.
Maratón: orígenes y riesgos
El maratón es una especialidad masculina y femenina del atletismo. Se trata de una carrera a pie con una longitud de 42,195 km.
Además del maratón, existen el medio maratón de 21,097 km y el ultramaratón, con distancias superiores a los 42,195 km.
La idea de organizar la carrera fue de Michel Bréal, que quería incluir la prueba en el programa de los primeros Juegos Olímpicos modernos celebrados en Atenas en 1896. El maratón era la carrera más esperada de los primeros Juegos Olímpicos. Su objetivo era conmemorar un acontecimiento considerado épico por todos: la carrera de Filípides desde la ciudad de Maratón hasta la Acrópolis de Atenas para anunciar su victoria sobre los persas en el año 490 a.C. El maratón olímpico tendría un recorrido similar: desde el puente del maratón hasta el estadio Panathinaiko de Atenas, con un total de 40 km.
El maratón se considera a menudo una empresa suprema, aunque muchos entrenadores creen que está al alcance de cualquiera que esté dispuesto a dedicar el tiempo y el esfuerzo suficientes a la preparación. Sin embargo, es una actividad que pone a prueba el cuerpo humano. El cuerpo no está predispuesto genéticamente a este tipo de rendimiento. Las consecuencias pueden ser un alto riesgo de infarto de miocardio.
Algunos episodios que han pasado a la historia
Famosa fue la carrera de 1908, cuando Dorando Pietri llegó primero cerca de la línea de meta, pero se desplomó en el suelo justo antes de cruzar la meta. Lo cruzó apoyado por un juez, pero posteriormente fue descalificado. En cambio, durante la carrera de 1912 en los Juegos de Estocolmo, debido al clima inusualmente caluroso y a la prohibición de proporcionar bebidas y duchas a los competidores, muchos de ellos cayeron enfermos. El portugués Francisco Lázaro llegó a morir por deshidratación e insolación.
Pero el maratón fue también la ocasión de uno de los episodios más curiosos de la historia. Fue el japonés Shizo Kanakuri y su tiempo final: 54 años, 8 meses, 6 días, 5 horas, 32 minutos y 23 segundos. El atleta, al llegar al km 30, aceptó la invitación de un espectador para refrescarse con una bebida en su casa. Así que Kanakuri se sentó en el salón y se quedó dormido. Se despertó después de muchas horas y, por vergüenza, no volvió. Los organizadores lo dieron por desaparecido y su nombre no aparecía entre los que llegaban, ni entre los que se retiraban. Un periodista sueco lo conoció por casualidad en 1962, durante el quincuagésimo aniversario de los Juegos de Estocolmo. Cinco años más tarde, tuvo la oportunidad de retomar su maratón olímpico donde lo había dejado.
