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Al abrir la puerta del coche desde el interior, se recomienda hacerlo siempre con la mano derecha, porque el movimiento permite prestar atención a las personas que entran.
Desde Escandinavia nos llega un consejo que puede parecer extraño, pero que al parecer es muy útil para la seguridad vial: cuando se conduce un coche, nunca hay que abrir la puerta con la mano izquierda -que es más cómoda y, por tanto, más frecuente-.
Quizá nunca lo hayamos pensado, pero con la mano izquierda hacemos un movimiento que no nos permite ver a quien va en bicicleta o a los conductores de otros coches que vienen a nuestro lado y existe el riesgo de provocar accidentes.
En cambio, al abrir el asa del coche con la mano derecha, tenemos la posibilidad de girar la carrocería, pudiendo así ver quién viene.
Se calcula que cada año se producen unos 150.000 accidentes de tráfico, precisamente por el hecho de que, al abrir la puerta desde el interior del coche, se atropella a los ciclistas que pasan por allí y que, al ir a gran velocidad, no tienen tiempo de evitar una puerta que se abre demasiado rápido.
Esto habría costado la vida de 24 personas. Este tipo de observaciones proceden de Escandinavia, donde la gente suele ir en bicicleta: en febrero del año pasado se informó de que incluso la princesa Mary de Dinamarca, esposa del príncipe heredero Federico, había llevado a sus hijos al colegio en bicicleta mientras había nieve en el suelo: circularon fotos tomadas frente al Palacio de Amalienborg, en Copenhague. Un guardaespaldas siguió a sus altezas reales también en bicicleta -.
En Chicago, en Estados Unidos, el llamado dooring -obviamente del término «door», «puerta» en inglés-, provocó en 2011 una quinta parte de los accidentes a ciclistas y en la misma ciudad de Illinois, de 2009 a 2012, hubo incluso 577.
Por eso, un médico estadounidense jubilado, Michael Charney, ha recomendado un método que se utiliza desde hace décadas en Holanda, también un país donde es muy habitual moverse en bicicleta: el Duch Reach (el «movimiento holandés»), que también se enseña en las autoescuelas. Si aparcas el coche en el lado derecho de la carretera, el truco consiste en abrir la puerta con la mano derecha, en el lado opuesto a la manilla; en cambio, si aparcas en el lado izquierdo, haz lo contrario. Si se aparca en el lado izquierdo de la carretera, se hace al revés. De este modo, el conductor gira la cabeza, mirando por el espejo retrovisor y luego por la ventanilla, para ver si viene alguien en su dirección.
Esta práctica es recomendada desde el 1 de febrero de 2017 por la Royal Society del Reino Unido, una conocida institución británica que se ocupa de prevenir los accidentes de tráfico. Son consejos que tal vez ya nos sale natural seguir, aunque descritos parezcan curiosos, en cualquier caso son muy útiles.
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