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Se aproxima el verano y lo que más deseamos es refrescarnos en el agua. Las piscinas, sin importar si son públicas o comunitarias, serán de gran alivio, además de ocio para muchas personas. Pero ¿Qué tan segura es en estos tiempos de covid-19 una piscina?.
Este año 2021 hay menos dudas sobre el coronavirus que el año pasado cuando todo empezó. Después del confinamiento, este será el regreso de nuevo a un verano en las calles, playas, pueblos o ciudades. Ya tenemos un poco más claro qué trae el Covid-19, pero en cuanto a la hora de divertirnos en una piscina, debemos tener en cuenta algunos puntos.
Estas son algunas preguntas que nos hacemos de vuelta a esta temporada de piscinas y coronavirus:
La identidad del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) determinó el verano pasado que: “en actividades recreativas, la infección por SARS-CoV-2 por contacto con el agua de condiciones estándar para el baño, es muy poco probable”.
“En piscinas y spa, en donde el uso de agentes desinfectantes está ampliamente implantado con el fin de evitar la contaminación microbiana de las aguas por la afluencia de usuarios, la concentración residual del agente de desinfección presente en el agua debería ser suficiente para la inactivación del virus”, aclaraba.
Aún sabiendo esto, el organismo resaltaba que “estas actividades generalmente implican una pérdida de las medidas recomendadas de distanciamiento social”, recordándonos que, a pesar de que esto sea así, no nos debemos relajar, y debemos tener precauciones, como evitar las aglomeraciones, y los cuidados que ya conocemos.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) también consideran que el contagio de covid-19 en una piscina es muy poco probable.
El doctor Elmer Huerta explica acerca de esto que: “Obviamente, si en la piscina hay mucha gente, eso sí aumentará la probabilidad de un contagio a través de los aerosoles que las personas emiten al hablar o gritar”.
Según una reciente investigación que se hizo en el Imperial College de Londres, el cloro que está presente en el agua de las piscinas puede llegar a inactivar el coronavirus en 30 segundos.
El Consejo Interterritorial de Sanidad el pasado mes de abril fijó que están exentos de usar la mascarilla «los momentos de descanso antes o después del baño o la práctica en el medio acuático, en el entorno del mismo».
Esto quiere decir que, mientras se está en la tolla o en la tumbona, no es necesario que uses la mascarilla, siempre y cuando se permanezca en el mismo sitio, y obviamente respetando la distancia mínima de 1,5 metros con otras personas que estén en el mismo lugar.
Debemos tener en cuenta que hay una excepción: «En el caso de piscinas cubiertas solo se entenderá por momento de descanso el estrictamente necesario entre intervalos de actividad».
Es importante y obligatorio que llevemos puesta la mascarilla en los accesos, paseos o desplazamientos por las instalaciones de la piscina, sin importar si la piscina esta cubierta o al aire libre.
También debemos usarla cuando estamos en los vestuarios, con una excepción lógica y es cuando estemos en la ducha que no será necesario llevarla puesta.
Es importante saber que este verano también habrá aforos restringidos, aunque varíen de unos territorios a otros. Aquí tres ejemplos:
En la mayoría optaron por fijar una distancia de seguridad interpersonal de 1,5 metros, aunque algunas autonomías fijaron unas extensiones mínimas cuando se está en la toalla, como 3 metros cuadrados en la Comunidad de Madrid o 4 en Navarra.
Sin embargo, es conveniente que hagas una consulta antes de las restricciones existentes del lugar de residencia o de verano, o si debes realizar alguna reserva previa o puedes llegar directamente al lugar.
En cuanto a las piscinas comunitarias, Idealista y el Consejo General Colegios de Administradores de Fincas de España han hecho unas medidas anticovid implantadas por cada comunidad autonomía, revísalas también.
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