Según datos de estudio, la vacuna de Pfizer contra la COVID-19 tendría una menor efectividad en personas que presenten obesidad.
Según datos de estudio, la vacuna de Pfizer contra la COVID-19 tendría una menor efectividad en personas que presenten obesidad.
La obesidad y la vacuna Pfizer
La vacuna farmacéutica de Pfizer contra el coronavirus, podría perder efectividad en personas que presentan obesidad.
Un estudio realizado por investigadores del Instituto de Fisioterapia Hospitalaria de Italia (IFO, por sus siglas en italiano), arrojó que la condición física puede afectar la eficacia de la vacuna. Aunque aún no ha sido revisado por pares, este hallazgo podría ser relevante para las estrategias de vacunación que desarrollan los países en la actualidad.
En el estudio, se analizó la respuesta inmune a más de 248 sanitarios ya inoculados con la vacuna de Pfizer. Según los resultados, en el 99,5% de ellos se habría desarrollado una respuesta inmune de anticuerpos frente al COVID19. Dentro de dicha prueba, la respuesta inmune resultó ser mucho más fuerte en personas «con peso bajo y normal», que en el grupo de participantes con obesidad o sobrepeso.
En varios estudios previos se ha advertido y se ha hecho la correlación entre el índice de masa corporal y los riesgos de una evolución grave de la COVID19. Aquellas personas cuyo índice de masa corporal sea superior a 30, tendrían un riesgo mayor. De igual manera, las personas con obesidad mórbida tendrían 14 veces más probabilidad de presentar complicaciones graves por dicha enfermedad.
«Las pruebas sugieren que las infecciones por SARS-CoV-2 son más graves y persisten durante unos cinco días más en las personas obesas que en las delgadas»
Se afirma en la investigación.
Esta baja de eficacia, también se presenta en otro tipo de vacunas. La hepatitis B, gripe común y la rabia tienen un índice más bajo en personas con obesidad. Esto se podría deber a
«El estado constante de inflamación de bajo grado, presente en las personas con sobrepeso, puede debilitar algunas respuestas inmunitarias, incluidas las lanzadas por las células T, que pueden eliminar directamente las células infectadas».
Ya se han planteado posibles soluciones para estos casos, el estudio plantea una alternativa. «Si nuestros datos se confirman en estudios más amplios, dar a las personas obesas una dosis extra de la vacuna o una dosis más alta podrían ser opciones a evaluar en esta población«.
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