El Ministerio de Sanidad ha pasado por alto que las cuidadoras no profesionales de familiares altamente dependientes no tienen garantizada la vacuna.
Dentro del plan de vacunación del Gobierno, aunque tienen contemplado a los cuidadores de personas de riesgo profesionales, no han reparado en también priorizar la vacunación de los familiares que brindan esta misma asistencia regular y continua a personas dependientes sin remuneración a cambio.
Es decir, el Ministerio de Sanidad ha pasado por alto que, dentro de la estrategia de vacunación inicial, las cuidadoras no profesionales de familiares altamente dependientes, no tienen garantizada la vacuna contra el Covid-19.
Sanidad: cuidadoras de familiares dependientes sin vacuna
Una queja que ya ha llegado a la plataforma de Change.org, donde se buscan firmas masivas, es que las cuidadoras de familiares con altos grados de dependencia, no se encuentran dentro del grupo prioritario que recibirá la vacuna del Covid-19. Sobre todo, ha generado gran indignación ya que no es la primera vez que se manifiestan ante el Ministerio de Sanidad. La realidad, es que el gran porcentaje de las personas que conforman el grupo de personas altamente dependientes, casi siempre son personas mayores o que padecen de ciertas discapacidades. A esto se le suma, que en la mayoría de los casos, los que los cuidan son los familiares y no una agencia o residencia. Por esta misma razón, se ha vuelto necesario que las cuidadoras de este colectivo de personas sean consideradas para estar en uno de los grupos prioritarios para recibir la vacuna.
Si bien se ha reconocido la necesidad de vacunar a los cuidadores profesionales, una gran mayoría de las cuidadoras son, de hecho, las mismas familiares de los dependientes y no cuentan con el apoyo del Gobierno. Según los cálculos de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, de 450.517 personas con prestación económica para cuidados en el entorno familiar (PECEF), aproximadamente 133.679 tienen altos niveles de dependencia. Es decir, «estas personas dependen de la persona cuidadora no profesional que las atiende, que puede ser una o varias. Por lo tanto, hay 133.679 personas cuidadoras no profesionales que deberían ser vacunadas por estar cuidando a las personas grandes dependientes en el Grupo 4. Esta cifra se eleva hasta 187.833 en el caso de las personas con dependencia severa (GII)», explica José Manuel Ramírez Navarro, presidente de la asociación.
Por último, a esto se le suma que la mayoría de las prestadoras de estos servicios son mujeres, para ser exacto el 75% son mujeres. «Casi todas son mujeres y se dedican 24 horas al día a un familiar dependiente de Grado III. En este nivel se incluyen personas que necesitan ayuda para realizar las actividades vitales. Algunas, incluso, no pueden respirar por sí mismas y necesitan ventilación mecánica», indica Ramírez. Añade, además, que esta vacuna se vuelve incluso mas importante para este colectivo puesto que «no todas las familias pueden permitirse una residencia o ayuda profesional. Muchas afrontan solas esta tarea tan dura y tienen pánico a enfermar por dejar solo al dependiente y que corra peligro su vida».