Desde hace meses las personas con problemas auditivos, maestros y médicos piden la regulación de las mascarillas transparentes
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 5% de la población mundial, tiene algún tipo de pérdida auditiva; las personas que padecen de esto dependen de la lectura labial, las expresiones faciales y el uso del lenguaje de signos para poderse comunicar; debido a la emergencia sanitaria y que es obligatorio el uso de las mascarillas, las personas con esta discapacidad solicitan la aprobación de las mascarillas transparentes.
Es por esto que desde el inicio de la pandemia las personas que son sordas o tienen otras discapacidades similares, han solicitado que las mascarillas transparentes sean homologadas para que les permita seguir con su vida normal, y no se les dificulte la lectura de los labios, lo cual es esencial para su comunicación.
Esta propuesta se ha discutido en el Senado y en el Congreso; la cámara baja se apresuro a certificar y distribuir de estas mascarillas para funcionarios, sanitarios y docentes. La propuesta ha sido defendida por la canaria Ana Oramas, quien recalca que en España hay un millón de sordos, siete millones de personas con dificultades auditivas y miles de niños con espectro autista, para todas estas personas es muy importante, el poder ver la boca de quienes les hablan, para así poder entender y poder comunicar, de igual forma ver las expresiones faciales son esenciales para ellos.
Sin embargo Sanidad, Consumo e Industria no se hacen cargo; pues todos comentan que los ministerios ni homologan ni certifican, su argumento es que las empresas deben cumplir con los estándares de seguridad establecidos para que puedan certificarse este tipo de mascarillas.
Tras la lucha por conseguir la homologación de la mascarilla transparente, la empresa española Valladolid a logrado conseguir la aprobación; Comercial Ulsa, suministradora de materiales de protección y especiales en prevención de riesgos laborales. Javier Gómez, el gerente comenta que llevan muchos meses detrás de la aprobación;» Al principio de la pandemia, varios sectores nos pidieron que fabricáramos una mascarilla con la que se pudiera leer los labios, y desde entonces nos pusimos a buscar un tejido fiable y seguro que los permitiera»; explica Gómez.
Después de siete meses de ensayo y error, se ha conseguido y las acaban de sacar a la venta; estos están hechos de un material textil que se ha patentado, es 100% poliamida y no se empaña; el gerente recalca que hasta ahora todas las mascarillas que habían en el comercio era de policarbonato o de plástico, esta al ser textil no es más segura y no se empaña.
Esta mascarilla transparente se ha logrado certificar por dos laboratorios, Instituto Técnico Español y en el centro Tecnolgócio Leitat; los cuales han garantizado una eficacia de filtración de más del 90%; son reutilizables y aguantan 45 lavadas y su costo es de 15 euros.
Cabe recalcar que la certificación que consiguieron fue de mascarillas higiénicas, por lo tanto no podrán ser usadas por sanitarios, hospitales ni centros de salud.
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