Un grupo de padres reúne en Ibiza un total de 1200 firmas, para evitar que el uso de mascarillas en colegios deje de ser obligatorio.
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Los padres del municipio Sant Joan (Ibiza) reúnen un total de 1200 firmas para que sus hijos no tengan que usar mascarillas en colegios y en aulas. Han presentado un recurso de reposición que recoge firmas de diferentes partes de las islas Baleares.
Firmas contra las mascarillas en colegios
Todos los firmantes alegan que no debería ser obligatoria la mascarilla para sus hijos, aún menores de edad, pues suponen un gran riesgo que pasen tantas horas con ella puesta. Su falta de autonomía no les permite saber usarla correctamente.
Los padres piden que se revise y modifique la medida por parte de la Consellería de educación. Pues el uso de las mascarillas durante las seis horas diarias de clase, podría causarles desde problemas respiratorios, cutáneos, psicológicos e infecciones bacterianas.
Entre las muchas consecuencias negativas sobre la salud, se encuentras las relativas al aprendizaje. Llevar mascarilla puede influir negativamente en la comunicación entre profesores y alumnos, dificultando el entendimiento entre ambos y llevando a los niños al fracaso escolar.
Los padres advierten que si sus firmas y reclamaciones no son tenidas en cuenta, están dispuestos a llevar el caso por la vía judicial, para que ellos se encarguen de resolverlo.
Las normas sanitarias
A pesar del revuelo que ha tenido la recogida de firmas , los padres han dejado claro que por ahora siguen llevando a cabo las medidas aprobadas por parte del ministerio de sanidad. Su apoyo a las profesoras que están al frente de las aulas y a la directiva está presente.
Las madres y los padres aseguran que no se rendirán en su lucha, por tumbar el protocolo que obliga sus hijos a ponerse las mascarillas.
El COVID-19 cambia las aulas
Desde que se aprobó la mascarilla obligatoria en toda España, los chicos y chicas que acuden a clase han visto cambiar su mundo escolar. Las aulas y el patio que eran lugares donde aprender, jugar y desarrollar la imaginación se han convertido en salas llenas de miedo y normas .
La movilidad de los alumnos está siempre supervisada por los profesores, así como todo aquello que tocan. Al llegar al colegio se les toma la temperatura y eso es algo que la mayoría no acaban de integrar en su día a día.
