El conflicto interno en el Gobierno español por el aumento del gasto militar y la compra de munición a Israel genera tensiones.

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El contexto de la compra de munición a Israel
Recientemente, el portavoz de Sumar y líder de IU en el Congreso, Enrique Santiago, ha expresado su descontento ante la decisión del Ministerio del Interior de adquirir munición del calibre 9mm a Israel, un contrato que supera los seis millones de euros.
Esta decisión ha generado un fuerte debate en el seno del Gobierno español, especialmente tras el compromiso del Consejo de Ministros de no negociar con Israel en medio de la crisis humanitaria en Gaza. La situación se complica aún más debido a la presión ejercida por la OTAN para aumentar el gasto militar al 2% del PIB, lo que ha llevado a un clima de tensión entre los diferentes partidos que conforman la coalición gubernamental.
Las reacciones dentro del Gobierno
Enrique Santiago ha dejado claro que, a pesar de la crisis de Gobierno que se vive actualmente, se están considerando todos los escenarios posibles, incluida la opción de abandonar la coalición liderada por Yolanda Díaz. Esta situación ha sido calificada por Díaz como una «vulneración flagrante de los acuerdos de Gobierno», lo que refleja la profunda división que existe en el Ejecutivo. Santiago ha solicitado una reunión con la mesa de partidos de Sumar para discutir la respuesta a las decisiones tomadas por el PSOE, que incluyen tanto la compra de munición como el aumento del gasto militar. La falta de comunicación y la sorpresa ante estas decisiones han sido criticadas por los miembros de Sumar, quienes consideran que se deben abordar de manera colectiva.
Las implicaciones de la compra de armamento
La compra de munición a Israel no solo plantea cuestiones éticas, sino que también tiene implicaciones legales y políticas. Santiago ha argumentado que existen motivos jurídicos para cancelar el contrato con la empresa israelí Guardian Defense & Homeland Security S.A., sugiriendo que España no puede ser cómplice del «genocidio israelí» en Gaza. Además, ha instado a los ministros responsables a cumplir con los acuerdos establecidos en Moncloa, advirtiendo que si no son capaces de hacerlo, deberían dejar paso a quienes sí estén dispuestos a cumplir con sus obligaciones. Esta postura refleja un creciente descontento dentro de la coalición, donde la presión por parte de la base social de izquierda se hace cada vez más evidente.
El futuro del Gobierno y la coalición
A medida que las tensiones aumentan, la posibilidad de una ruptura en la coalición se vuelve más tangible. Sin embargo, tanto Santiago como Díaz han expresado su deseo de agotar la legislatura, argumentando que cualquier alternativa podría resultar en un gobierno del PP con VOX, lo que consideran inaceptable. La situación actual pone de manifiesto la fragilidad de la coalición y la necesidad de un diálogo interno que permita abordar las diferencias y encontrar un camino común. La presión de la OTAN y las decisiones unilaterales del PSOE han llevado a un punto crítico que podría definir el futuro del Gobierno español.