Más de 5.000 militares y 30 buques de guerra participan en maniobras en el golfo de Cádiz.
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Un ejercicio sin precedentes en el golfo de Cádiz
Las aguas del golfo de Cádiz han sido el escenario de Dynamic Mariner/Flotex-25, la mayor maniobra naval aliada de los últimos años. Este ejercicio, que tuvo lugar entre el 24 de marzo y el 4 de abril, reunió a más de 5.000 militares, 30 buques de guerra y numerosos medios aéreos de ocho países miembros de la OTAN.
La Armada española, coorganizadora del evento junto al Mando Aliado Marítimo, ha demostrado su capacidad de liderazgo al certificar su Cuartel General Marítimo (SPMARFOR) como Mando Componente de la Fuerza de Reacción Aliada para el periodo 2025-2026.
Este reconocimiento consolida a España como uno de los seis países de la Alianza capacitados para dirigir operaciones navales de gran envergadura. El ejercicio se llevó a cabo en un escenario que simulaba las condiciones del golfo de Guinea, lo que permitió poner a prueba las capacidades de las fuerzas participantes en situaciones de crisis reales. Las unidades involucradas ejecutaron operaciones anfibias, guerra antisubmarina y ejercicios de ciberdefensa, integrando por primera vez sistemas no tripulados y tecnologías avanzadas de guerra electrónica.
Innovaciones y colaboraciones en el ejercicio
Un momento destacado fue la participación del submarino S-81 Isaac Peral, que debutó en maniobras multinacionales, marcando un hito en la modernización de la flota submarina española. Además, el ejercicio contó con la colaboración del Ejército de Tierra, el Ejército del Aire y del Espacio, y el Mando Conjunto del Ciberespacio, lo que mejoró la coordinación entre los distintos cuerpos de las Fuerzas Armadas. Según fuentes de la Base Naval de Rota, donde se coordinó gran parte de las operaciones, «estas maniobras refuerzan nuestra capacidad de respuesta ante cualquier amenaza a la seguridad colectiva».
El futuro de la defensa marítima en la OTAN
El éxito de Dynamic Mariner/Flotex-25 confirma el papel estratégico de España en la defensa marítima de la OTAN y su compromiso con el mantenimiento de una Armada preparada para los desafíos del futuro. Tras la finalización del ejercicio, los mandos aliados están analizando los resultados para extraer lecciones que permitan optimizar la eficacia operativa de la Fuerza de Reacción Aliada, asegurando que la OTAN mantenga su capacidad de disuasión ante cualquier escenario de crisis.
