La ministra María Jesús Montero critica la absolución y defiende a las víctimas de agresiones sexuales.

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Contexto de la sentencia
La reciente absolución del exjugador del FC Barcelona, Dani Alves, por un caso de agresión sexual ha desatado una ola de reacciones en el ámbito político y social. La secretaria general del PSOE-A y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha calificado esta decisión judicial de «vergüenza», subrayando la importancia de creer y apoyar a las víctimas de violencia de género.
Montero ha enfatizado que la presunción de inocencia no debería estar por encima del testimonio de mujeres que, con valentía, deciden denunciar a figuras poderosas.
El apoyo a las víctimas
Durante la inauguración del 16 Congreso Provincial del PSOE de Jaén, Montero expresó su solidaridad con la denunciante, afirmando: «No está sola, aquí estamos contigo».
Este mensaje de apoyo es crucial en un contexto donde muchas mujeres enfrentan el miedo y la incertidumbre al denunciar agresiones. La ministra ha instado a la sociedad a reflexionar sobre la importancia de escuchar y creer en las voces de las víctimas, especialmente en casos que involucran a personas con gran notoriedad pública.
La lucha contra la violencia de género
Montero también ha recordado el arduo camino recorrido en la lucha contra la violencia de género y la búsqueda de igualdad entre hombres y mujeres. Ha señalado que la sentencia de absolución representa un retroceso en los avances logrados en la protección de los derechos de las mujeres. «Qué vergüenza después de todo lo que ha hecho el PSOE en el reconocimiento de los derechos de las mujeres», afirmó, haciendo hincapié en la necesidad de seguir trabajando para cerrar la brecha salarial y garantizar una vida digna para todas.
Reacciones de la sociedad y el sistema judicial
La reacción de Montero ha sido respaldada por diversas organizaciones y colectivos que luchan por los derechos de las mujeres. Sin embargo, también ha habido voces que defienden el sistema judicial como «garantista», argumentando que la absolución de Alves se basa en el respeto a los derechos fundamentales. Este debate pone de manifiesto la complejidad de los casos de agresión sexual y la necesidad de un enfoque más sensible y comprensivo hacia las víctimas.