Belarra critica la especulación y defiende el derecho a una vivienda digna en España.

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La crisis de la vivienda en España
La situación del mercado inmobiliario en España ha alcanzado niveles críticos, donde los precios de las viviendas se disparan y la accesibilidad se convierte en un lujo para muchos. En este contexto, Ione Belarra, secretaria general de Podemos, ha hecho un llamado contundente para prohibir la compra de viviendas que no sean destinadas a la residencia.
Durante un acto en Málaga, una de las ciudades más afectadas por la especulación inmobiliaria, Belarra subrayó que los altos precios no son un fenómeno aislado, sino el resultado de decisiones políticas tomadas por el bipartidismo, representado por el Partido Popular y el PSOE.
Derecho a una vivienda digna
Belarra recordó que el artículo 47 de la Constitución Española establece que todos los ciudadanos tienen derecho a una vivienda digna. Sin embargo, acusó a los partidos tradicionales de incumplir este mandato durante décadas. A pesar de valorar positivamente la reciente ley de vivienda, la líder de Podemos enfatizó que esta no está cumpliendo con su objetivo y que el PSOE ha presentado reformas que no abordan las raíces del problema. La falta de acción efectiva ha llevado a un aumento en la compra de viviendas por parte de fondos de inversión, lo que agrava la crisis habitacional.
Propuestas para regular el mercado
En su intervención, Belarra propuso medidas concretas para regular el mercado de la vivienda. Abogó por la prohibición de la compra de viviendas por parte de aquellos que no las destinen a la residencia, argumentando que las casas deben ser para vivir y no para especular. Además, destacó la necesidad de bajar los precios del alquiler a través de la legislación, recordando que durante la pandemia se logró congelar los precios mediante un decreto. Esta experiencia, según Belarra, demuestra que es posible intervenir en el mercado de la vivienda de manera constitucional y efectiva.
La okupación como respuesta a la crisis
Belarra también defendió la okupación como una respuesta legítima ante la falta de alternativas habitacionales. En su discurso, mencionó que si una familia no tiene un lugar donde vivir, es comprensible que busquen soluciones, incluso si eso implica ocupar propiedades vacías. Esta postura ha generado controversia, pero la líder de Podemos argumenta que es una cuestión de justicia social y de derechos humanos. La situación actual, donde muchas viviendas permanecen desocupadas mientras hay familias sin hogar, es insostenible y requiere una respuesta política urgente.