Las partes buscan un consenso sobre la tributación del salario mínimo interprofesional.
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Contexto de las negociaciones
Las negociaciones entre el Ministerio de Hacienda y el partido Sumar han cobrado relevancia en los últimos días, especialmente en lo que respecta a la tributación del salario mínimo interprofesional (SMI). La vicepresidenta primera, María Jesús Montero, ha manifestado su intención de establecer un mecanismo de compensación que permita a los trabajadores con salarios más bajos no verse afectados por el IRPF.
Sin embargo, este acuerdo aún se encuentra en un punto crítico, ya que las partes no logran ponerse de acuerdo sobre la duración de este mecanismo.
Propuestas y diferencias
Montero ha propuesto que la compensación sea una herramienta excepcional, con un coste estimado de «algo más de 200 millones de euros» para las arcas públicas, y que esté activa únicamente durante el año 2025.
Por otro lado, Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y titular de Trabajo y Economía Social, sostiene que la propuesta debe ser más flexible, permitiendo que las rentas salariales más bajas continúen exentas de pagar el IRPF. Esta discrepancia ha llevado a que las negociaciones se estanquen, a pesar de que ambas partes reconocen la necesidad de llegar a un acuerdo.
Impacto en los trabajadores
El impacto de la tributación del SMI es significativo para los trabajadores. Con el nuevo aumento del SMI a 16.576 euros anuales, los trabajadores que tributen verían una parte considerable de su incremento salarial destinada a Hacienda. Según cálculos, de los 50 euros de aumento, 22 euros irían a las arcas públicas. Esto ha generado preocupación entre los trabajadores, quienes consideran que esta medida podría resultar en una «tremenda injusticia fiscal». La propuesta de Montero de aplicar una deducción a aquellos que deban tributar podría aliviar en parte esta carga, pero aún queda por definir su alcance y duración.
El camino hacia un acuerdo
Las partes están bajo presión para llegar a un acuerdo antes de que se cumpla el plazo para presentar el veto a las proposiciones de ley de Sumar, PP y Podemos. Si se logra un consenso, Sumar retiraría su proposición de ley y apoyaría al PSOE en los vetos del Gobierno. Sin embargo, si no se alcanza un acuerdo, Hacienda podría plantear vetos a las iniciativas de los otros partidos, lo que complicaría aún más la situación. La necesidad de una reforma de la ley del IRPF para implementar cualquier compensación también añade un nivel de complejidad a las negociaciones.
Perspectivas futuras
A medida que se acercan las fechas límite, tanto Montero como Díaz han expresado su deseo de encontrar una solución que beneficie a los trabajadores y a las arcas públicas. Sin embargo, las diferencias sobre la duración del mecanismo de compensación y la tributación del SMI siguen siendo un obstáculo. La situación es delicada y podría tener repercusiones significativas en el futuro de la política fiscal en España. Las próximas semanas serán cruciales para determinar si se logra un acuerdo que satisfaga a ambas partes y, sobre todo, a los trabajadores afectados.
