El president de la Generalitat presenta un ambicioso plan de inversión para el futuro de Cataluña.

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El pasado 20 de marzo, Salvador Illa, el president de la Generalitat, se presentó en el Círculo de Bellas Artes de Madrid con un mensaje claro: Cataluña está lista para liderar el futuro económico de España. En un evento que reunió a destacados miembros del Gobierno central y líderes empresariales, Illa expuso su modelo de «prosperidad compartida», un plan que contempla 200 actuaciones y una inversión total de 18.500 millones de euros para el periodo 2025-2030.
Un modelo económico inclusivo
La propuesta de Illa se centra en la idea de que el crecimiento económico debe beneficiar a toda la sociedad, no solo a unos pocos. Durante su intervención, el president enfatizó que «si a Cataluña le va bien, a España le irá bien», subrayando la interdependencia entre ambas regiones.
Este enfoque busca contrarrestar lo que él denomina «acumulación insolidaria», un modelo que, según él, ha llevado a la desigualdad y a la fragmentación social.
Prioridades del nuevo Govern
El nuevo Ejecutivo de Illa se ha marcado como prioridades la vivienda, la seguridad y el refuerzo de los servicios públicos. En un contexto donde la economía catalana ha mostrado signos de recuperación, con un crecimiento del 3,6% en 2024, el president se propone imprimir «ambición y velocidad» en la implementación de su plan. Illa reconoce que es necesario hacer en cinco años lo que no se logró en diez, especialmente tras la década marcada por el procés.
Colaboración y confianza como pilares
En su discurso, Illa hizo un llamado a las élites económicas y políticas para que no tengan miedo a Cataluña. Propuso restablecer una cultura de colaboración y confianza, superando desconfianzas históricas. La relación con el Gobierno central, según Illa, debe ser de «necesaria colaboración», ya que ambas comunidades son motores económicos clave para el país. Este enfoque busca generar un entorno propicio para la inversión y el desarrollo, asegurando que Cataluña vuelva a ser un referente en el panorama económico español.
El plan de Illa no solo busca revitalizar la economía catalana, sino también posicionar a Cataluña como un actor relevante en la política y economía de España. Con un enfoque claro en la cohesión social y la reducción de desigualdades, el president de la Generalitat está decidido a cambiar la narrativa sobre Cataluña, alejándola de la confrontación y acercándola a un modelo de cooperación y progreso compartido.