El exfutbolista enfrenta acusaciones de corrupción en el contrato de la Supercopa.
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Contexto del caso Supercopa
El exfutbolista y empresario Gerard Piqué ha sido citado como investigado en el Juzgado de Instrucción número 4 de Majadahonda, Madrid, en relación con el caso Supercopa. Este caso surge tras la detección de posibles irregularidades en la comisión que Piqué habría percibido de la empresa saudí Sela Sport Company.
Este pago está vinculado al contrato que SELA firmó con la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para trasladar la Supercopa de España a Arabia Saudí a partir de 2020.
Desde 2020, la Supercopa, que tradicionalmente se disputaba en septiembre, se celebra en enero en el país asiático, con la excepción de 2021, cuando se llevó a cabo en Sevilla debido a la pandemia.
La jueza Delia Rodrigo, quien lleva el caso, imputó a Piqué en mayo de 2024, destacando que el contrato inicial firmado en 2019 se amplió mediante adendas que extendieron su duración por cuatro años más.
Irregularidades en el contrato
En el auto de imputación, la jueza subrayó la existencia de una cláusula esencial que garantizaba el pago de la comisión a favor de Kosmos, la empresa de Piqué, aunque esta formalmente sería la comisionista de SELA. Según el acuerdo, la RFEF recibiría 400 millones de euros si se cumplía el contrato, mientras que Kosmos obtendría 40 millones. La magistrada también señaló que Piqué tuvo un papel activo en las negociaciones del contrato, lo que ha llevado a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil a investigar si se cometieron delitos de corrupción en los negocios y blanqueo de capitales.
Además de Piqué, también están imputados los expresidentes de la RFEF, Luis Rubiales y Pedro Rocha, así como el exasesor legal Tomás González Cueto. La jueza investiga si hubo administración desleal en el proceso de llevar la Supercopa a Arabia Saudí, lo que ha generado un gran revuelo en el mundo del fútbol español.
Defensa y pruebas presentadas
En su declaración ante el juzgado, Rubiales negó haber recibido comisiones y defendió que la contratación de Kosmos fue necesaria para generar ingresos en un momento crítico para el fútbol español debido a la pandemia. Piqué, por su parte, ha presentado quince facturas emitidas por sus empresas a la federación saudí, sumando un total de 12 millones de euros. Estas facturas, según su defensa, acreditan la normalidad en la relación contractual y los servicios de intermediación que prestó el exfutbolista.
Entre las facturas presentadas, destaca una de 800.000 euros por servicios de asesoría relacionados con la búsqueda de oportunidades de negocio en el marco de la Supercopa. Este caso no solo afecta a Piqué, sino que también pone en tela de juicio la gestión de la RFEF y sus relaciones con empresas externas, lo que podría tener repercusiones significativas en el futuro del fútbol español.
