El impacto del 11-M en la lucha contra el terrorismo y la evolución de la amenaza yihadista en Europa.
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El 11-M y su impacto en la sociedad española
Este martes se conmemoran 21 años de los trágicos atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid, un evento que marcó un antes y un después en la historia del terrorismo en España.
La explosión de bombas en cuatro trenes dejó un saldo devastador de 192 muertos y más de dos mil heridos, un recordatorio sombrío de la vulnerabilidad ante el terrorismo. Este ataque, considerado el más mortífero en la historia de España, no solo afectó a las víctimas y sus familias, sino que también transformó la percepción de la seguridad en el país y en Europa.
La evolución de la amenaza yihadista
Más de dos décadas después, la amenaza del terrorismo yihadista sigue presente. Según el Índice Global de Terrorismo del Institute for Economics & Peace, el terrorismo se ha expandido geográficamente, con un aumento en el número de países afectados. En 2024, se registraron 66 países con al menos un incidente terrorista, lo que subraya la persistencia de esta amenaza global. En particular, el Estado Islámico ha sido identificado como una de las principales amenazas, causando 1805 muertes en 22 países. La investigadora Carola García-Calvo del Real Instituto Elcano señala que, a pesar de los esfuerzos de prevención, la naturaleza del terrorismo ha cambiado, con un aumento de los ataques perpetrados por individuos radicalizados de manera autónoma.
La respuesta de España ante el terrorismo
La respuesta de España al terrorismo ha evolucionado desde el 11-M, con un enfoque en la prevención y la desarticulación de células terroristas. En 2024, se registró el mayor número de detenciones por yihadismo desde que existen registros, lo que refleja la efectividad de las operaciones policiales. Sin embargo, la amenaza persiste, y el país se encuentra en un nivel de alerta antiterrorista de cuatro sobre cinco. La investigadora advierte que, aunque la sensación de seguridad puede ser mayor, no se debe bajar la guardia, ya que la amenaza sigue siendo cíclica y prevalente.
La geopolítica del terrorismo en África
El informe del Instituto también destaca el Sahel como el epicentro del yihadismo, donde la inestabilidad política y el cambio climático han creado un entorno propicio para el terrorismo. La influencia de potencias como Rusia y China en la región está cambiando el panorama geopolítico, lo que podría tener repercusiones en Europa. La falta de presencia europea en el Sahel, tras la retirada de Francia, ha dejado un vacío que está siendo ocupado por actores externos, lo que podría aumentar la amenaza para España y el resto de Europa.
