Un examen de las disparidades en el tratamiento de los presos en Euskadi y sus implicaciones políticas.
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Introducción a la problemática de los presos en Euskadi
En los últimos años, la situación de los presos en el País Vasco ha generado un intenso debate social y político. A medida que el Gobierno vasco asumió la competencia de prisiones en enero de 2021, se ha evidenciado una notable disparidad en el tratamiento de los internos, especialmente entre los presos de ETA y los presos comunes.
Este artículo se propone analizar las razones detrás de esta desigualdad y sus implicaciones en el contexto político actual.
Datos que revelan la desigualdad en los traslados
Desde que se inició la gestión de prisiones por parte del Gobierno vasco, los datos son contundentes.
Mientras que el 100% de los presos de ETA que solicitaron cumplir su condena en Euskadi vieron satisfechas sus peticiones, solo el 20% de los presos comunes lograron lo mismo. Hasta el 31 de diciembre, de las 805 solicitudes de traslado de presos comunes, solo 167 fueron autorizadas. En contraste, todos los 105 presos de ETA que solicitaron su traslado fueron admitidos. Esta situación plantea interrogantes sobre los criterios utilizados para la concesión de traslados y si realmente se aplica un enfoque equitativo.
Los criterios de concesión de traslados y su justificación
El Gobierno vasco ha argumentado que los traslados se autorizan en función de criterios específicos, como el tiempo cumplido en prisión y el arraigo familiar en el País Vasco. Sin embargo, esta justificación ha sido cuestionada por diversos sectores, que consideran que se está favoreciendo a los presos de ETA en detrimento de los presos comunes. La priorización de aquellos con vínculos familiares en la región y la posibilidad de reinserción ha llevado a una percepción de trato preferencial hacia un grupo específico de internos.
La disparidad en el tratamiento de los presos ha generado un clima de tensión política. Críticas desde partidos como Unión de Pueblo Navarro (UPN) han denunciado un “trato de favor” hacia los presos de ETA, lo que consideran inadmisible. Esta situación no solo afecta a los internos, sino que también tiene repercusiones en la percepción pública sobre la justicia y la equidad en el sistema penitenciario. La concesión de terceros grados a presos de ETA sin un arrepentimiento claro ha sido otro punto de controversia, lo que ha llevado a organizaciones de víctimas a expresar su descontento y preocupación.
El futuro del sistema penitenciario en Euskadi
A medida que el Gobierno vasco se enfrenta a la presión de mejorar la gestión de las prisiones, se están tomando medidas para aumentar la plantilla de funcionarios penitenciarios. Sin embargo, la percepción de que las cárceles se han convertido en una “agencia de colocación” para los presos de ETA plantea un desafío significativo para la administración. La necesidad de un enfoque más equilibrado y justo en el tratamiento de todos los internos es crucial para restaurar la confianza en el sistema penitenciario y garantizar que se respeten los derechos de todos los presos, independientemente de su historial delictivo.
