COVITE critica la decisión del Gobierno vasco sobre presos de ETA no arrepentidos
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La controversia de los grados a presos de ETA
El colectivo de víctimas del terrorismo en el País Vasco, conocido como COVITE, ha expresado su indignación ante la reciente concesión de grados de semilibertad a dos presos de ETA que, según ellos, no han mostrado arrepentimiento por sus crímenes.
Esta situación ha generado un intenso debate sobre la justicia y los derechos de las víctimas en el contexto del terrorismo en España.
Los casos de Jon Zubiaurre y Javier Zabalo
COVITE ha denunciado que Jon Zubiaurre Aguirre y Javier Zabalo Beitia han sido beneficiados con la progresión a un régimen de semilibertad, a pesar de que permanecen vinculados a «las estructuras de control de los presos de ETA».
Esta afirmación pone de manifiesto la preocupación del colectivo sobre la influencia que la izquierda abertzale sigue ejerciendo sobre estos reclusos, lo que, según ellos, contradice los criterios establecidos por la ley para acceder a estos beneficios.
El caso de Iván Apaolaza
En contraste, COVITE ha señalado que otro preso, Iván Apaolaza Sancho, sí ha demostrado arrepentimiento y se ha distanciado de su entorno vinculado a la izquierda abertzale. Este caso ha sido considerado como una excepción, ya que Apaolaza no figura en la lista de presos que apoyan la causa de ETA, lo que ha llevado a COVITE a cuestionar la validez de las pruebas de arrepentimiento presentadas por el Gobierno vasco.
La postura de COVITE y las exigencias legales
Consuelo Ordóñez, presidenta de COVITE, ha reiterado que la izquierda abertzale impide que los presos se arrepientan y colaboren con la justicia. Según ella, esto es un hecho conocido desde hace años. Ordóñez ha enfatizado que para acceder a la progresión de grado, los presos deben desvincularse de la ideología de la izquierda abertzale y demostrar un verdadero arrepentimiento, algo que, según su perspectiva, no está ocurriendo en la mayoría de los casos.
Críticas a las pruebas de arrepentimiento
La presidenta de COVITE ha rechazado las «supuestas pruebas de arrepentimiento» que el Gobierno vasco ha presentado, argumentando que se basan en cartas manuscritas que nunca se hacen públicas. Ordóñez considera que estas cartas son una burla a los requisitos legales y un insulto a las víctimas, quienes merecen un proceso justo y transparente. La crítica se centra en que no se puede estar alineado con la izquierda abertzale y, al mismo tiempo, mostrar un verdadero arrepentimiento por los crímenes cometidos.
Un ataque a los derechos de las víctimas
Para COVITE, la concesión de grados a presos de ETA que no muestran arrepentimiento es un acto fraudulento que atenta contra el derecho de las víctimas a obtener justicia. Ordóñez ha afirmado que estas decisiones vacían las cárceles de los presos de ETA sin exigirles un verdadero arrepentimiento, lo que representa un desafío al Estado de Derecho y a las expectativas de las víctimas del terrorismo.