La historia de un criminal que ha burlado a la justicia española durante años.
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Un capo en silla de ruedas
Sergejus Beglikas, un lituano de 53 años, ha sido descrito como uno de los criminales más peligrosos en el ámbito del tráfico de drogas en Europa. A pesar de su discapacidad, que lo obliga a usar una silla de ruedas desde hace más de 30 años, su influencia en el crimen organizado no ha disminuido.
La Audiencia Nacional de España está a punto de extraditarlo a Lituania, donde enfrenta múltiples cargos, incluyendo tráfico de drogas y blanqueo de capitales.
Un pasado criminal que persiste
La historia de Beglikas se remonta a 2019, cuando fue arrestado durante la ‘Operación Fosa’, una operación coordinada por Europol que resultó en la detención de 22 personas en varios países europeos.
En su residencia en Marbella, las autoridades encontraron una impresionante cantidad de bienes, incluyendo joyas valoradas en millones de euros y lingotes de oro. Su organización criminal se dedicaba a la importación de cocaína y hachís, controlando el tráfico de estas sustancias en Europa desde su base en España.
La estrategia de evasión de la justicia
A pesar de su arresto, Beglikas logró salir en libertad bajo fianza, lo que le permitió continuar operando en el mundo del crimen. Durante este tiempo, intentó limpiar su imagen, afirmando que su fortuna era legítima y que había invertido en negocios legales. Sin embargo, la realidad es que su red criminal seguía activa, y su nombre volvió a surgir en investigaciones relacionadas con el blanqueo de dinero y conexiones con otros grupos criminales europeos.
La lucha de la justicia contra el crimen organizado
La situación de Beglikas ha puesto de manifiesto las dificultades que enfrenta la justicia para desmantelar redes criminales bien organizadas. A pesar de los esfuerzos de las autoridades, incluyendo la colaboración internacional, el capo ha logrado evadir la extradición durante años. Recientemente, la Fiscalía Antidroga ha reabierto su caso, impulsada por nuevas pruebas que sugieren que Beglikas ha estado manipulando informes médicos para evitar su traslado a Lituania.
Un futuro incierto
La historia de Sergejus Beglikas es un recordatorio de los desafíos que enfrenta la justicia en la lucha contra el crimen organizado. A medida que las autoridades continúan investigando sus actividades, el futuro del capo lituano pende de un hilo. Su capacidad para evadir la justicia ha sido notable, pero con la presión creciente de las autoridades, es posible que su tiempo se esté agotando.
