Un nuevo sistema digital permitirá a los agentes obtener su talla de forma precisa y rápida.
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La necesidad de un sistema eficiente
La Guardia Civil ha dado un paso significativo hacia la modernización de su vestimenta oficial al anunciar un nuevo servicio que permitirá a sus agentes conocer su talla de ropa de manera precisa. Este avance no solo busca optimizar la entrega de uniformes, sino también garantizar que cada miembro de la Benemérita reciba prendas que se ajusten adecuadamente a su cuerpo.
La Dirección General ha identificado la necesidad de un programa que, a través de dispositivos móviles, capture las medidas corporales de los uniformados, facilitando así el proceso de tallaje.
Funcionamiento del nuevo sistema
El sistema propuesto tiene como objetivo principal obtener las medidas antropométricas de los agentes y ofrecer recomendaciones sobre la talla de vestuario adecuada.
Para ello, la plataforma de contratación detalla que la aplicación deberá ser capaz de captar al menos 60 puntos antropométricos y generar una representación en 3D del cuerpo del usuario. Los agentes deberán ingresar información básica como su edad, sexo y provincia, lo que permitirá al sistema realizar recomendaciones en tiempo real sobre las tallas de las diferentes prendas oficiales.
Beneficios y expectativas
La implementación de esta tecnología no solo promete agilizar el proceso de pedido de ropa, sino que también busca evitar errores que podrían surgir al rellenar manualmente tablas de tallas. La Dirección General espera que este sistema funcione de manera automática, permitiendo que al menos 100 agentes accedan simultáneamente a la sección de gestión de vestuario. Además, la empresa desarrolladora del software deberá garantizar que el sistema sea robusto y no se caiga durante su uso, lo que es crucial para el buen funcionamiento de la Guardia Civil.
Controversias pasadas y futuro del vestuario
Este nuevo enfoque llega en un momento en que la Guardia Civil ha enfrentado críticas por la calidad de sus uniformes. Hace poco más de dos años, se suscitó una polémica cuando la Benemérita licitó un contrato para adquirir 257.000 prendas, lo que llevó a la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) a denunciar que se había priorizado el precio sobre la calidad. La AUGC argumentó que los cambios en los pliegos del contrato permitieron la entrada de empresas que ofrecían ropa de bajo coste, lo que podría comprometer la salud y seguridad de los agentes. Con la nueva tecnología, la Dirección General espera no solo mejorar la experiencia de los agentes al recibir su vestuario, sino también asegurar que la calidad de las prendas sea adecuada y cumpla con los estándares necesarios.
