El presidente del Gobierno defiende las políticas sociales y la revalorización de las pensiones.
Temas cubiertos
El viraje del PP y su impacto en los pensionistas
En un reciente acto en Valencia, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no escatimó en críticas hacia el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, por su cambio de postura respecto al decreto que actualiza las pensiones.
Durante el Congreso del PSPV-PSOE, donde se reeligió a la ministra Diana Morant como secretaria general, Sánchez subrayó que este viraje demuestra la falta de compromiso del PP con los pensionistas, afirmando que su prioridad es obstaculizar su gobierno en lugar de defender los derechos de los ciudadanos.
Sánchez argumentó que el cambio de voto del PP, que ahora apoya el decreto acordado con Junts, es un claro ejemplo de cómo la derecha y la ultraderecha están alejadas de las necesidades sociales. «Votan que no cuando su voto es decisivo, y que sí cuando no lo es», criticó, enfatizando que este comportamiento pone en evidencia su desinterés por los pensionistas. En su discurso, también hizo hincapié en la importancia de las políticas sociales que su gobierno ha implementado, como la revalorización de las pensiones y el aumento del Salario Mínimo Interprofesional.
Compromiso con la reconstrucción y el futuro
Durante su intervención, Sánchez reafirmó el compromiso de su gobierno con la reconstrucción tras la Dana, asegurando que se utilizarán todos los recursos necesarios para ayudar a los afectados. Agradeció la labor de los trabajadores públicos y la participación ciudadana en estas tareas, al tiempo que criticó la falta de acción del PP en la Comunidad Valenciana. Además, el presidente del Gobierno destacó los logros económicos recientes, afirmando que la economía española avanza hacia el pleno empleo para 2027, a pesar de las críticas de la oposición.
Visión a largo plazo y objetivos para 2030
Sánchez también delineó su visión para España en 2030, proponiendo un país más paritario en el ámbito laboral, con un 6% de vivienda protegida y un 20% de la industria representando el PIB. Además, se comprometió a alcanzar un 81% de energía proveniente de fuentes renovables, lo que permitiría a España dejar de gastar miles de millones en importaciones de gas y petróleo. Esta visión se enmarca dentro de un modelo socialdemócrata que busca el crecimiento económico y la justicia social, defendiendo la necesidad de políticas progresistas para contrarrestar la ola reaccionaria que enfrenta el país.