Un homenaje a las víctimas del terrorismo y la lucha por la memoria histórica en Euskadi
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El pasado reciente del País Vasco está marcado por el dolor y la lucha de las víctimas del terrorismo. En un emotivo acto conmemorativo, Consuelo Ordóñez, presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite), recordó el legado de su hermano, Gregorio Ordóñez, quien fue asesinado por ETA hace 30 años.
Este homenaje, que se llevó a cabo en el cementerio de Polloe en San Sebastián, reunió a numerosas autoridades y representantes políticos, reflejando la importancia de mantener viva la memoria de quienes sufrieron a manos del terrorismo.
El legado de Gregorio Ordóñez
Durante el acto, Consuelo Ordóñez expresó su preocupación por la situación actual en la que los líderes políticos de ETA ocupan posiciones de poder en las instituciones, sin haber condenado nunca sus actos violentos. Esta realidad ha generado un profundo malestar entre las víctimas, quienes ven cómo el terrorismo ha dejado una huella imborrable en la sociedad vasca. Ordóñez instó a los jóvenes a aprender del ejemplo de su hermano, quien fue un firme defensor de la democracia y un crítico de la negociación con los terroristas.
La lucha por la memoria y la justicia
La presidenta de Covite también destacó la necesidad de cuestionar el marco de impunidad que rodea a los terroristas y sus cómplices. A lo largo de los años, muchos han argumentado que la paz requiere olvidar el pasado, pero para las víctimas, la memoria es un pilar fundamental para la justicia. Ordóñez recordó que su hermano nunca vio la política como un medio para obtener poder, sino como una herramienta para combatir el terrorismo y defender la libertad.
Desafíos actuales para las víctimas del terrorismo
El acto conmemorativo no solo fue un homenaje a Gregorio Ordóñez, sino también una llamada de atención sobre los desafíos que enfrentan las víctimas del terrorismo en la actualidad. A pesar de los avances en la lucha contra ETA, muchos sienten que la sociedad ha olvidado el sufrimiento de quienes perdieron a sus seres queridos. La impunidad y la falta de arrepentimiento por parte de los terroristas siguen siendo temas candentes en el debate político, y las víctimas exigen que se reconozca su dolor y se haga justicia.
En este contexto, es crucial que la sociedad vasca reflexione sobre su pasado y trabaje hacia un futuro en el que la memoria de las víctimas sea honrada y respetada. La historia de Gregorio Ordóñez y de tantos otros debe servir como un recordatorio de la importancia de la paz, la justicia y la memoria en la construcción de una sociedad más justa y democrática.