Greenpeace y expertos cuestionan la viabilidad de la planta regasificadora en Gran Canaria.
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Un proyecto polémico en el puerto de Gran Canaria
Desde su anuncio en 2019, la propuesta de construir una planta regasificadora en el puerto de Gran Canaria ha generado un intenso debate. Este proyecto, impulsado por la compañía Totisa Holding, tiene como objetivo abastecer a buques y generar electricidad a partir del gas almacenado.
Sin embargo, la iniciativa ha encontrado una fuerte oposición por parte de gobiernos locales, movimientos ecologistas y expertos en salud pública.
Las voces en contra del proyecto
Greenpeace se ha convertido en una de las principales voces críticas, argumentando que la apuesta por el gas fósil es incompatible con los objetivos de descarbonización.
Francisco del Pozo, responsable de energía de Greenpeace, ha señalado que la planta de 70 MW representa un peligro para la salud y el medio ambiente. La organización ecologista advierte que la isla ya depende en un 80% de energías fósiles y que es un error seguir invirtiendo en combustibles que no son sostenibles.
Impacto ambiental y salud pública
El informe de impacto ambiental, que se espera del Gobierno canario, será crucial para determinar el futuro del proyecto. Según la Dirección General de Salud Pública, la planta podría exponer a más de 380.000 personas a emisiones nocivas. Los informes técnicos han señalado que las emisiones generadas por las chimeneas de la planta podrían ser perjudiciales para la salud de los residentes cercanos, lo que ha llevado a la alcaldesa de Las Palmas, Carolina Darias, a manifestar su oposición a la construcción de la central eléctrica en el puerto.
Alternativas energéticas para Canarias
Los críticos del proyecto argumentan que Canarias tiene un gran potencial para desarrollar energías renovables, como la solar y la eólica. Del Pozo ha enfatizado que invertir en infraestructura de gas es un error estratégico, ya que perpetúa la dependencia de combustibles fósiles en lugar de avanzar hacia un sistema energético 100% renovable. La experiencia de la isla de El Hierro, que ya se abastece en gran medida con energías limpias, demuestra que es posible lograr un futuro sostenible.
El futuro del proyecto regasificador
A medida que el informe de impacto ambiental se aproxima, la presión sobre el Gobierno canario para que tome una decisión informada y responsable aumenta. La comunidad local, junto con organizaciones ecologistas, espera que se priorice la salud pública y el medio ambiente sobre los intereses económicos. La decisión que se tome podría sentar un precedente para futuros proyectos energéticos en el archipiélago canario.