La renovación de la flota marítima es crucial para la seguridad en las costas españolas.
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La necesidad de modernizar la flota marítima
La Guardia Civil ha iniciado un proceso de renovación de su flota marítima, solicitando la adquisición de tres embarcaciones patrulleras de tipo semirrígido. Este esfuerzo, que implica una inversión de 1.200.000 euros, tiene como objetivo principal mejorar la capacidad de vigilancia y control en las costas de España.
Las nuevas patrulleras están previstas para ser entregadas en 2026 y se consideran fundamentales para el desempeño de las funciones de la Benemérita en la lucha contra el tráfico ilícito de sustancias y la inmigración irregular.
El estado actual de la flota
Actualmente, el 58% de las patrulleras de la Guardia Civil tiene más de diez años, y muchas de ellas han superado su ciclo de vida útil. La antigüedad de estas embarcaciones ha llevado a la necesidad de su renovación, especialmente tras incidentes trágicos que han puesto de manifiesto la vulnerabilidad de los agentes en el mar. La memoria justificativa del Servicio Marítimo destaca que la velocidad y las dimensiones de algunas patrulleras son insuficientes para enfrentar los desafíos actuales, como el aumento de las narcolanchas que operan en las costas españolas.
El auge de las narcolanchas y su impacto
El fenómeno de las narcolanchas ha crecido de manera alarmante, especialmente en la zona del Estrecho de Gibraltar. Estas embarcaciones, que son utilizadas principalmente para el tráfico de hachís desde Marruecos, han demostrado ser más rápidas y potentes que las patrulleras de la Guardia Civil. La Fiscalía General del Estado ha calificado esta situación como un «auge escandaloso», lo que subraya la urgencia de dotar a las fuerzas de seguridad de los medios necesarios para combatir eficazmente este tipo de criminalidad. La reciente tragedia en Barbate, donde dos agentes fueron asesinados, ha resaltado la necesidad de actuar con rapidez y eficacia ante estas amenazas.