El Ministerio de Asuntos Exteriores limita el acceso a la información y excluye a medios de comunicación.
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El veto a medios de comunicación
Recientemente, el Ministerio de Asuntos Exteriores de España ha tomado la decisión de vetar a varios medios de comunicación, incluyendo a El Independiente, de una reunión con el ministro José Manuel Albares.
Este hecho ha generado preocupación entre los periodistas, quienes ven en esta acción una clara falta de transparencia y un intento de controlar la información que se difunde sobre la política exterior del país. La reunión, que tuvo lugar en Madrid, se enmarca en un contexto delicado, marcado por la toma de posesión de Nicolás Maduro y las recientes noticias sobre las aduanas de Ceuta y Melilla.
Prácticas sistemáticas de exclusión
La exclusión de El Independiente no es un hecho aislado. Este diario ha sido repetidamente excluido de encuentros con el ministro, sin que se ofrezcan razones claras para tal decisión. La falta de respuesta por parte del gabinete de prensa del Ministerio, dirigido por Antonio Asencio desde abril, ha llevado a muchos a cuestionar el compromiso del gobierno con la libertad de expresión y el derecho a la información. La situación se agrava al observar que otros medios, como The Objective y El Confidencial Digital, también han sido objeto de estas prácticas.
Demandas de los periodistas
Ante esta situación, un grupo de periodistas que cubren la cartera de Albares ha enviado una carta expresando su descontento por la falta de acceso a la información relacionada con la política exterior española. En la misiva, se solicita la reactivación de las ruedas de prensa, donde se permita un número razonable de preguntas y se garantice la posibilidad de repreguntar. Esta demanda refleja una necesidad urgente de recuperar la normalidad en la comunicación entre el Ministerio y los medios, algo que ha sido una práctica común en otros países y que contribuye a una mejor divulgación de la labor del ministerio.
El impacto del silencio en la información
El silencio impuesto por el Ministerio de Asuntos Exteriores ha llevado a una reducción drástica en la información disponible para el público. Las escuetas actualizaciones en redes sociales han sustituido a las ruedas de prensa informativas, limitando el acceso a detalles relevantes sobre la política exterior. Esta tendencia hacia el oscurantismo, justificada por el ministro como una medida de cautela diplomática, ha sido criticada por los periodistas, quienes argumentan que una mayor transparencia beneficiaría tanto al ministerio como a la sociedad en general.
