La propuesta de Sumar para permitir el voto a los jóvenes de 16 años genera controversia.
En los últimos años, el debate sobre la ampliación del derecho al voto a los jóvenes de 16 años ha cobrado fuerza en la política española. La coalición Sumar, liderada por la actual vicepresidenta Yolanda Díaz, ha puesto sobre la mesa esta propuesta, que busca reducir la edad mínima para ejercer el derecho al voto, actualmente fijada en 18 años.
Esta iniciativa, aunque no estaba presente en el programa electoral de las elecciones generales de 2023, ha sido una reivindicación constante de varios partidos de izquierda, incluyendo Más País y Podemos.
La propuesta de Sumar se enmarca en un contexto donde la participación juvenil en la política ha sido históricamente baja.
A pesar de que los jóvenes representan una parte significativa de la población, su involucramiento en procesos electorales ha sido limitado. La falta de interés político entre los jóvenes, sumada a la creciente influencia de partidos de derecha y ultraconservadores, plantea un desafío para la izquierda española. En este sentido, la ampliación del derecho al voto podría ser vista como una estrategia para movilizar a un electorado que, en muchos casos, se siente desilusionado con las promesas incumplidas de los gobiernos de izquierda.
Reacciones y controversias
La propuesta ha generado reacciones mixtas. Mientras que algunos sectores de la izquierda ven en ella una oportunidad para empoderar a los jóvenes y fomentar su participación política, otros advierten sobre los riesgos que conlleva. En un contexto donde las encuestas indican un aumento del apoyo a partidos de derecha entre los jóvenes, la ampliación del derecho al voto podría resultar en un fortalecimiento de estas opciones políticas. De hecho, en las últimas elecciones europeas, se observó un incremento notable en el apoyo a partidos como Vox entre los votantes más jóvenes, lo que ha llevado a algunos a cuestionar la viabilidad de la propuesta de Sumar.
Perspectivas futuras
A medida que se acercan las elecciones de 2025, el debate sobre la ampliación del derecho al voto a los jóvenes se intensificará. La falta de un consenso claro entre los partidos políticos y la preocupación por el aumento del apoyo a la derecha entre los jóvenes complican la situación. Sin embargo, la propuesta de Sumar podría ser una forma de revitalizar el interés político entre los jóvenes y ofrecerles una voz en la toma de decisiones que afectan su futuro. En este sentido, es fundamental que los partidos de izquierda no solo se centren en la ampliación del derecho al voto, sino que también aborden las preocupaciones y necesidades de los jóvenes para recuperar su confianza y participación en la política.