La Policía Nacional y la NCA británica desmantelan una organización criminal que enviaba drogas camufladas.
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Una operación internacional contra el narcotráfico
La reciente operación conjunta entre la Policía Nacional de España y la Agencia Nacional del Crimen (NCA) del Reino Unido ha resultado en la desarticulación de una organización criminal que se dedicaba al envío de hachís y cocaína camuflados en brócoli congelado.
Este operativo, que se inició a mediados de 2022, ha llevado a la detención de nueve personas, de las cuales dos fueron arrestadas en España. La investigación ha revelado un entramado empresarial que utilizaba una empresa de exportación de frutas y verduras en Guadalajara como fachada para sus actividades ilícitas.
Detalles de la investigación
La investigación comenzó gracias a un intercambio de información entre las fuerzas policiales de ambos países, lo que permitió identificar a los miembros de la organización y las empresas que controlaban. A lo largo de la operación, se realizaron múltiples registros en domicilios y en la nave de Guadalajara, donde se incautaron 2.455 kilos de hachís y 187 kilos de cocaína, además de otros elementos como documentación y terminales de telefonía encriptados. Este hallazgo pone de manifiesto la complejidad y la sofisticación de las redes de narcotráfico que operan a nivel internacional.
El modus operandi de la organización
Los investigadores descubrieron que la organización utilizaba cajas de brócoli congelado para ocultar los envíos de droga. Durante las vigilancias, se identificó a los miembros que se trasladaban a la nave utilizada como almacén, donde se preparaban los envíos. Además, se constató que los integrantes de la red utilizaban vehículos de alquiler a nombre de terceros para evitar ser rastreados. Este tipo de estrategias son comunes en organizaciones criminales que buscan eludir la acción de las fuerzas del orden.
Impacto y futuro de la investigación
La operación ha tenido un impacto significativo en la lucha contra el narcotráfico en Europa, ya que ha permitido desmantelar una red que operaba de manera constante entre España y el Reino Unido. La investigación sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones. Este caso resalta la importancia de la cooperación internacional en la lucha contra el crimen organizado, así como la necesidad de estar alerta ante las nuevas tácticas que utilizan estas organizaciones para llevar a cabo sus actividades delictivas.