El Gobierno español reconoce la titularidad del PNV sobre un edificio emblemático en París.
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Un acuerdo histórico para el PNV
El Partido Nacionalista Vasco (PNV) ha recibido un regalo significativo en Nochebuena: el reconocimiento oficial de la propiedad de un inmueble en París, donde actualmente se encuentra el Instituto Cervantes. Este acuerdo, alcanzado por el Gobierno de Pedro Sánchez, pone fin a décadas de reclamaciones por parte del PNV, que argumentaba que el edificio fue adquirido con fondos del partido.
El inmueble y su historia
Ubicado en el número 11 de la Avenida Marceau, en el corazón de la capital francesa, este edificio tiene una historia rica y simbólica. Durante la Guerra Civil española, fue la sede del Gobierno vasco en el exilio, presidido por José Antonio Agirre.
Sin embargo, tras el conflicto, el inmueble fue confiscado y pasó a ser propiedad del Estado español, lo que llevó al PNV a reclamar su devolución durante muchos años.
Un compromiso que se materializa
El acuerdo, que se publicó recientemente en el Boletín Oficial del Estado, es el resultado de un compromiso que se remonta al gobierno de Mariano Rajoy. A pesar de que la moción de censura impulsada por el PSOE impidió que el PP completara este compromiso, Pedro Sánchez se comprometió a llevarlo a cabo. Más de seis años después, el Gobierno ha cumplido con esta promesa, reconociendo la vinculación histórica del PNV con el inmueble.
Condiciones del acuerdo
A partir de ahora, la propiedad del edificio pasará a ser del PNV, aunque se ha acordado que el Instituto Cervantes podrá seguir ocupándolo hasta el 31 de diciembre de 2030. Durante este tiempo, la institución deberá pagar una renta al PNV a precio de mercado. Este acuerdo no solo reconoce la propiedad del inmueble, sino que también establece que el Estado compensará al PNV por otros dos edificios en Francia, lo que refuerza la importancia de esta reivindicación histórica.
Reacciones y futuro del PNV
El PNV ha expresado su satisfacción por este acuerdo, calificándolo de «justicia» e «histórico». La recuperación de este inmueble representa un paso significativo en la reivindicación del partido, que ha mantenido su demanda durante décadas. Con este reconocimiento, el PNV no solo recupera un patrimonio simbólico, sino que también fortalece su presencia y representación en el ámbito internacional.