Pedro Sánchez reafirma su apoyo a Álvaro García Ortiz tras el informe de la UCO
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El respaldo del Gobierno a su fiscal general
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha manifestado su total confianza en el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, tras la publicación del informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.
En una reciente rueda de prensa, Sánchez afirmó que su apoyo a García Ortiz es «granítico» y ha aumentado tras la conclusión de la UCO, que no encontró evidencia que comprometa su conducta durante el periodo investigado.
El informe de la UCO, que no halló mensajes en el teléfono de García Ortiz entre el 8 y el 14 de marzo, ha sido interpretado por el presidente como una exoneración.
Sánchez subrayó que la Fiscalía General del Estado actúa de manera autónoma, aunque su nombramiento depende del Ejecutivo. Esta relación ha sido objeto de debate, especialmente en el contexto de la política española actual, marcada por la polarización y la desconfianza hacia las instituciones.
La política de amnistía y el diálogo con los independentistas
En el mismo contexto, Sánchez ha abordado la posibilidad de un encuentro con líderes independentistas como Carles Puigdemont y Oriol Junqueras. A pesar de las presiones, el presidente ha indicado que no es necesario esperar la aprobación del Tribunal Constitucional sobre la ley de amnistía para mantener un diálogo. Esta postura refleja un intento de normalizar las relaciones con los partidos independentistas, en un momento en que la política española se enfrenta a desafíos significativos.
El presidente ha ironizado sobre cómo el Partido Popular (PP) ha comenzado a acercarse a los posconvergentes, sugiriendo que la amnistía ya se está aplicando en términos políticos. Este comentario resalta la complejidad de la situación política actual, donde las alianzas y los acercamientos pueden cambiar rápidamente, dependiendo de los intereses de cada partido.
La crítica a la oposición y la defensa de la gestión gubernamental
Sánchez también ha criticado a la oposición, acusándola de centrarse en la «destrucción del adversario» en lugar de presentar propuestas constructivas. En su discurso, enfatizó que la mayoría de los jueces y fiscales en España realizan su trabajo con rigor, y que la oposición debería ser más coherente en sus críticas. Esta defensa de la labor del Gobierno se enmarca en un contexto donde la desinformación y los rumores han proliferado, afectando la percepción pública sobre la gestión gubernamental.
El presidente ha destacado los logros de su administración, especialmente en el ámbito económico, y ha asegurado que España avanza a pesar de las adversidades. En su opinión, el país no está en crisis, sino que está liderando en varios aspectos, lo que contrasta con la narrativa de la oposición que pinta un panorama sombrío. Esta diferencia de enfoques refleja la polarización política que caracteriza el actual clima en España.