Sánchez insta a los partidos socialdemócratas a mantenerse firmes frente a la derecha
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El contexto actual de la política mundial
En un momento en que la política global se enfrenta a desafíos significativos, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha hecho un llamado a la acción durante su intervención en el Consejo Mundial de la Internacional Socialista.
Este foro, que reúne a líderes socialdemócratas de todo el mundo, se ha convertido en un espacio crucial para discutir la defensa de la democracia frente a la creciente amenaza de la extrema derecha. Sánchez ha señalado que la situación actual exige una respuesta firme y unida de los partidos que defienden los valores democráticos.
La normalización del discurso de la extrema derecha
Sánchez ha expresado su preocupación por cómo la derecha tradicional ha comenzado a adoptar y normalizar discursos que anteriormente eran considerados inaceptables. Según sus palabras, no solo se han aceptado las premisas de la extrema derecha, sino que se han hecho esfuerzos por hacer estos discursos más aceptables para el público general. Este fenómeno, que él describe como una copia de la ultraderecha, representa un peligro para la democracia y la cohesión social. El presidente ha instado a los partidos socialdemócratas a resistir esta tendencia y a reafirmar su compromiso con los principios democráticos.
En su discurso, Sánchez ha enfatizado que existe una alternativa viable a la narrativa de la derecha: la socialdemocracia. Aseguró que este modelo no solo es posible, sino que ha demostrado ser efectivo en España durante los últimos siete años. Ha destacado que la economía española está en camino de ser una de las que más crecerán en el ámbito de las economías avanzadas, lo que refuerza su argumento de que es posible crear empleo y reducir desigualdades al mismo tiempo. Esta visión optimista contrasta con la retórica de la derecha, que, según él, busca desmantelar el estado de bienestar y debilitar la justicia social.
El papel de las élites en la política actual
Sánchez también ha denunciado la existencia de élites que rechazan la democracia y promueven una agenda antipolítica. Estas élites, según él, ven la antipolítica como un atajo para implementar políticas que van en contra del bienestar social. Sin embargo, el presidente ha afirmado que este enfoque es engañoso y que es posible construir una sociedad más justa y equitativa sin renunciar a los valores democráticos. Su mensaje es claro: la lucha por la democracia es una responsabilidad colectiva que debe ser asumida por todos los partidos que creen en un futuro mejor.
