Un análisis de las tácticas del PSOE para debilitar a Isabel Díaz Ayuso en 2023
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Contexto político en Madrid
En marzo de 2023, el panorama político en Madrid se tornó tenso con la cercanía de las elecciones en Cataluña y las controversias que rodeaban al Gobierno. En este contexto, el PSOE, liderado por Juan Lobato, se vio envuelto en una serie de maniobras para debilitar la posición de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid.
La presión sobre Ayuso se intensificó tras la difusión de información sobre su pareja, lo que llevó a una coordinación estratégica entre Ferraz y Moncloa para exigir su dimisión.
La coordinación interna del PSOE
Los mensajes interceptados por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil revelan una clara estrategia del PSOE para aprovechar el escándalo que rodeaba a Ayuso.
Santos Cerdán, Secretario de Organización del PSOE, y otros altos funcionarios instaron a Lobato a hacer un llamado público a la dimisión de la presidenta. La idea era generar un ‘máximo ruido’ que desviara la atención de las controversias que afectaban al Gobierno en ese momento, como el ‘caso Koldo’ y la polémica ley de Amnistía.
Las tácticas de presión
El 14 de marzo, el jefe de gabinete de Lobato, David del Campo, advirtió sobre la magnitud del escándalo y la necesidad de actuar rápidamente. En un intercambio de mensajes, se discutió cómo utilizar la situación para desviar la atención de los problemas internos del PSOE. La presión aumentó cuando se sugirió que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, también pediría la dimisión de Ayuso, lo que obligó a Lobato a alinearse con esta estrategia. La UCO documentó cómo los altos mandos del PSOE estaban al tanto de las informaciones sobre el novio de Ayuso y cómo intentaron coordinar sus acciones para maximizar el impacto político.
El desenlace de la estrategia
Finalmente, el 14 de marzo, Lobato presentó el correo en la Asamblea de Madrid, cumpliendo con la estrategia diseñada por el PSOE. Esta acción fue el resultado de una serie de comunicaciones y presiones que se habían intensificado en los días previos. Sin embargo, el escándalo no solo afectó a Ayuso, sino que también tuvo repercusiones en la propia estructura del PSOE, llevando a Lobato a presentar su renuncia como secretario general del partido en Madrid tras la controversia que surgió a raíz de la filtración de sus conversaciones.
