El Gobierno vasco implementa un modelo de reinserción para presos de ETA que prioriza la formación y el empleo.
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Un cambio en la política penitenciaria
Desde 2017, la política penitenciaria en el País Vasco ha experimentado un cambio significativo en la forma en que se gestionan los beneficios para los presos de ETA. La prohibición de acogerse a beneficios penitenciarios ha sido reemplazada por un enfoque que prioriza la reinserción social.
Este nuevo modelo, impulsado por el Gobierno vasco, busca ofrecer oportunidades laborales y formativas a los internos, con el objetivo de facilitar su reintegración a la sociedad.
Beneficios y programas de reinserción
Actualmente, 37 presos de ETA están dados de alta en la Seguridad Social gracias a su participación en programas de reinserción laboral.
Estos programas, como ‘Aukerak’, permiten a los internos trabajar en empresas externas o en talleres dentro de las cárceles. La oferta de empleo se ha incrementado, con 431 plazas disponibles en 2024, lo que refleja un compromiso por parte del Gobierno vasco para reducir la reincidencia delictiva mediante la inserción laboral.
Desafíos en la reinserción laboral
A pesar de los avances, muchos presos de ETA enfrentan desafíos significativos en su proceso de reinserción. Muchos de ellos carecen de formación académica y experiencia laboral, lo que complica su acceso a empleos de calidad. Sin embargo, el Gobierno vasco ha implementado programas de formación que buscan equipar a los internos con las habilidades necesarias para el mercado laboral. La reinserción no solo se centra en el empleo, sino también en ofrecer un apoyo integral que incluya formación y desarrollo personal.
Impacto en la sociedad vasca
La reinserción de presos de ETA es un tema controvertido en la sociedad vasca. Organizaciones como Covite han expresado su preocupación por la concesión de beneficios a aquellos que no muestran arrepentimiento por sus acciones. Sin embargo, el Gobierno vasco sostiene que la reinserción es un derecho fundamental de los presos y que el trabajo penitenciario es esencial para su rehabilitación. Este enfoque busca no solo beneficiar a los internos, sino también contribuir a la seguridad y cohesión social en Euskadi.